La fotografía tomada en el año de 1910, a los esposos de apellido Kim y Song en una hacienda de henequén. | Dafne Song Laguna
Por la reportera honoraria de Korea.net, Dafne Song Laguna de México
13 de noviembre de 2019
Muchas personas se han preguntado sobre la llegada de los coreanos a Latinoamérica, sin imaginarse que detrás de ellos hay una historia sumamente interesante.
Todo comienza en el año de 1902, faltaba mano de obra masculina para trabajar en las plantaciones de azúcar en Hawai, por lo que se hicieron contratos de trabajo donde se incluyen a chinos, coreanos, japoneses, filipinos, algunos noruegos, alemanes y portugueses. Esta embarcación y contratación de extranjeros fue el primer caso de éxito que se registró, por lo que se corrió la voz y se planeó hacer una segunda embarcación con destino a México.
Lamentablemente no todo ocurrió como se esperaba, para el año de 1905, llegó a Corea el barco llamado Ilford que tendría la misión de llevar a trabajadores reclutados en la ciudad de Busan. Un total de 1.033 migrantes fueron registrados los cuales eran contratados para trabajar en los campos de henequén, bajo la política migratoria de Porfirio Díaz que permitió la llegada de mano de obra asiática y europea a México.
Los primeros migrantes llegaron a costas mexicanas el 4 de mayo de 1905, en búsqueda de una promesa económica la cual fue un engaño. Esos 802 hombres, 231 mujeres y niños desembarcaron en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, sin descansar y recibiendo un muy mal trato desde su llegada. Tomaron el tren que los llevaría del Istmo de Tehuantepec a Coatzacoalcos, Veracruz, algunos se quedaron en estos dos primeros lugares y otros fueron mandados en otro barco llamado Vapor Hidalgo que se dirigía hacia Progreso para ir a trabajar en los campos de Henequén en Yucatán.
Los coreanos no conocían dicha planta. Sus manos se lastimaron en repetidas ocasiones y sufrieron condiciones de trabajo similares a la esclavitud. Los pagos recibidos tenían que pagar sus alimentos, su lugar de dormir, ropas y lo poco que les quedaba lo mandaban a sus familiares en Corea pues se había desatado la guerra con Japón mientras ellos seguían trabajando en los campos de México por un periodo de 4 años.
Al terminar su contrato, muchos coreanos quisieron regresar para poder ver a sus familiares pero a la mayoría les fue casi imposible, pues ya tenían descendencia con mexicanos y sus condiciones económicas no eran las adecuadas. Se establecieron en Mérida, Veracruz y Oaxaca ya no como trabajadores de Henequén sino como pescadores en su mayoría, otros migraron a Chetumal, Tabasco, Campeche y la ciudad de México principalmente.
Los primeros inmigrantes coreanos tuvieron muchas dificultades para poder sobrevivir en un país completamente diferente. Además de acostumbrarse al clima y la comida, uno de los mayores problemas a vencer fue la barrera de la comunicación pues ninguno de ellos hablaba español, lo tuvieron que aprender poco a poco para poder darse a entender con los mexicanos. Es por eso que actualmente para los descendientes coreanos de las terceras, cuartas y quintas generaciones el retomar el idioma original de sus ancestros es sumamente importante ya que la mayoría de los migrantes dejaron casi por completo el idioma coreano y se dedicaron a enseñar a sus hijos y nietos el español.
En la actualidad es muy raro ver coreanos en México que no hablen más de dos idiomas. Esto es una gran oportunidad tanto académica como laboral en todo el mundo, pero existen más de 15 mil descendientes de esos primeros migrantes en México de los cuales solamente un aproximado de 10% comprende o ha estudiado el idioma coreano en algún momento de su vida.
La llegada de coreanos a México se detuvo durante casi 70 años. No fue sino hasta el establecimiento formal de relaciones diplomáticas entre Corea y México que se continuó. A pesar de que ya existían iglesias donde se reunían los coreanos, se establecieron más migrantes formando comercios, escuelas y nueva comunidades. Las asociaciones de descendientes se encuentran principalmente en Yucatán, Chetumal, Campeche, Tabasco, Coatzacoalcos, Veracruz, Ciudad de México, Tampico, Tijuana, L.A y San francisco.
brightsong@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios son de todo el mundo y trabajan para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.