Reporteros Honorarios

31.08.2022

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Por la reportera honoraria Astrid Rocío Mendoza de Guatemala
Fotografías: Café Loco


Arriba, de izquierda a derecha: David, Martín y Buda. Abajo, de izquierda a derecha: Tony, Rocío y Andrea Mendoza y Somi.


A 120 kilómetros al noroeste de la Ciudad de Guatemala, en el departamento de Sololá, se encuentra el lago de Atitlán, el cual es conocido por ser uno de los lagos más bellos del mundo. Alrededor de este hay diferentes pueblos, entre los que destaca Panajachel y su famosa calle Santander, un pasaje en el que turistas y locales admiran y compran una diversidad de artesanías, pero que también alberga uno de sus más grandes tesoros: el Café Loco.


Cuando entras a Café Loco te envuelve una vibra particular: la música en idioma coreano, los estímulos visuales en toda su cafetería y sus baristas que, aunque aún usan mascarilla, expresan una amigable sonrisa detrás de ella. Para conocerlos más y descubrir el encanto de este lugar, les hice varias preguntas, mientras degustaba un delicioso Aloha o coconut latte (café con leche de coco).

El café es regentado por siete surcoreanos, que se hacen llamar Martín (originario de Daegu, 10 años viviendo en Guatemala), Somi (de Seúl, 3 años en el país), Buda (de Busan, 8 años), Tony (de Incheon, 5 años) y David (también de Daegu, 1 año y 4 meses). Diego Jay Kim, un miembro muy especial de la familia de Café Loco, no se encontraba en la cafetería al momento de realizar la entrevista. Él es originario de Busan y lleva 10 años viviendo en Guatemala.


"We’re making coffee, we’re making history" es el lema de Café Loco, una historia que comenzó en 2012 y que se sigue escribiendo y llenando de buenos momentos y café a personas de todo el mundo.

Al preguntarles cómo nació el Café Loco, Martín contó que abrieron en 2013, pero toda la preparación (en lo que llegaban las máquinas y pintaban el local), se hizo desde octubre y noviembre de 2012. "En 2012, cuando yo vine aquí, encontramos este local y adentro no había nada. Este bar y las sillas de madera que teníamos antes, las preparamos aquí en Panajachel, con un carpintero", contó. En ese momento no se hizo mucha promoción para la inauguración, sino que se dieron a conocer poco a poco, agregó.


Arriba, de izquierda a derecha: David, Somi y Buda. Abajo, de izquierda a derecha: Martín, Diego y Tony. Los acompañan sus mascotas Marley y Jamaica.


Entonces, el Café Loco nace por la idea de exportar café o como una cafetería. Martín relató que empezaron con la idea de abrir un "laboratorio de café", trabajar en una finca de café y con productores pequeños. Pero poco a poco, al vivir en el país centroamericano, empezamos a tener amigos y conocidos con quienes platicaban y compartían el café y a ellos les gustaba mucho. Ellos les preguntaron por qué no empezaban a vender café. Diego, el jefe y también catador trabaja en la finca, viajando mucho, por lo que no estaba mucho tiempo en el lugar. Tras la sugerencia de amigos y vecinos, empezaron a vender café, aunque no era ese el objetivo principal porque trabajan con productores pequeños. "Desde la producción en la finca hasta la elaboración de una taza de café, nosotros trabajamos todo, manejamos todo", dijo.

Cuándo les pregunté por qué habían elegido Guatemala, y por qué decidieron quedarse en el país, Martín recordó que cuando comenzó con Diego, en Centroamérica, Panamá y Costa Rica ya tenían buen café, y todo el mundo los conoce. Por ejemplo, la variedad Geisha de Panamá es muy famosa, entonces pensaron que no necesitaban empezar por ahí. Nicaragua, El Salvador y Honduras son países que también tienen café, pero el sistema es más difícil: el importar, la documentación, el abrir cafetería, varias razones. Además, ellos no tienen mercado de Corea, por lo que no podíamos conseguir comida coreana. Dijo que por esas razones no pensaron mucho en ir a esos países. En cambio, en Guatemala "hay una comunidad coreana", grandes socios, y conseguir comida coreana es "muy fácil". Además, en muchas regiones del país se puede conseguir café, por lo que pensaron que Guatemala era el lugar perfecto para instalarse.


A continuación, algunas preguntas de la entrevista.

-Rocío: ¿Por qué Atitlán? Aunque desde ayer que estoy aquí creo saber la razón, ya que es muy bonito y tranquilo.

-Martín: Sí, es muy bonito y tranquilo, pero más importante es que Panajachel (en el departamento de Sololá), donde está el lago de Atitlán, es un medio más fácil para llegar a las fincas y otras regiones donde hay café.

-Buda: Sí, desde aquí se puede llegar fácilmente a los departamentos de Huehuetenango o Quetzaltenango.

-Martín: Nosotros pensamos en abrir una cafetería que tuviera mucho éxito, entonces lo mejor era ponerla en ciudades con más movimiento, como Antigua o Quetzaltenango, ciudades grandes de Guatemala. Primero pensamos en abrir en Antigua, pero resultaba muy difícil por ser Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, entonces pintar o cambiar algo del local era muy difícil.


A la izquierda, el "Café Loco" visto desde afuera, a la derecha, el interior.


Les pregunté si ahora tienen planes de abrir otro local, quizás en la capital. Martín dijo que aún no están seguros. 


-Rocío: Actualmente, ¿se pueden encontrar sus productos en Corea?

-Martín: Exportamos para algunos amigos, trabajamos para algunos amigos en Corea y Estados Unidos, y otros lugares también.

Luego, les pregunté sobre el origen del nombre de la cafetería.

Somi dijo que antes de abrir Café Loco, Diego viajó a fincas de café en Centroamérica y las personas siempre le preguntaban "¿Por qué vienes aqu desde Corea?". Diego les respondía que iba "sólo por el café". A esto, la gente se sorprendía y le volvía a preguntar "¿Sólo por café?, ¿no por vacaciones u otra razón?, y decían ¡Estás Loco!". Lo mismo sucedió cuando se estuvo preparando para abrir la cafetería, cuando las personas en Panajachel les preguntaban qué tipo de comercio iban a abrir ahí, y Diego les respondía que una cafetería, las personas se impresionaban y le preguntaban: "¿Vienes desde Corea para abrir una cafetería en Guatemala? Y, ¿En Panajachel? ¡Estás Loco!". Fue así como al final tomó la decisión de llamar el lugar "Café Loco".

-Rocío: Esa es una historia muy particular, ¿nos pueden contar un poco sobre el logotipo?, es muy interesante.

-Martín: El logotipo fue diseñado por Somi. Ella hace todo el diseño gráfico.

Al preguntarle a Somi, sobre cuál fue la idea que tuvo cuando diseñó el logo, respondió que mucha gente al ver a Buda lo asocian a la religión budista, pero para nosotros no significa eso. Existe una figura de un Buda con mil manos y nosotros lo relacionamos con el hecho de que en una cafetería necesitamos muchas manos, para hacer café, tostar, y otros procesos.

Martín dijo que ellos no profesan ninguna religión, y que con el logotipo lo que quieren enseñar son todas las manos que se necesitan para trabajar el café, desde la finca, para recolectarlo, tostarlo y prepararlo. Además, sobre los diferentes métodos de preparación.

Aparte del logotipo y las etiquetas, Somi ha diseñado diferentes pósters: el "Guatemala coffee map", en donde se muestran las regiones de Guatemala en las que se cultiva café, el "Coffee journey" en el que se comparten los procesos de elaboración de café y el "Wonder Lake Atitlan" una guía con los lugares más icónicos alrededor del lago, para los turistas. 


Mientras aprecio el trabajo de Somi en Coffee journey les pregunté cómo había cada uno, aprendido todos estos procesos

Martín dijo que cada proceso lo aprendieron de forma diferente, siendo el de barista el más común.

-Buda: Dentro del trabajo de café, hay varias partes: la cosecha, el ser barista, el tostado, la cata. Diego es catador y su trabajo consiste en revisar la calidad de café, y en esto influye cómo se procesa, cosecha o tuesta, por eso es importante.

-Martín: Aprendemos a catar café para saber qué significan los sabores, luego ya lo hacemos con experiencia. Cada proceso necesita estudio y práctica. Por ejemplo, para catar, hay que practicar cómo tostar, porque esto influye en el sabor y el aroma, hay que memorizarlo todo, apuntar y practicar. Si hueles el café, pero no sabes identificar el aroma, no puedes hacer anotaciones. Por eso existe un diploma de catador.

Para tostar también se tiene que estudiar y practicar, no se puede quemar el café y hay que sacarlo de manera que quede con un buen sabor.

El barista también tiene que estudiar y prepararse para poder sacar buen sabor del café. El barista debe entender cómo el tostador hizo el tueste de ese café y para qué tipo de bebida pensó ese sabor. Entonces, cuando el barista recibe el café tiene, que sacar ese sabor. Y además, el barista también aprende a dibujar, el arte. Entonces, todo requiere práctica y estudio.

Buda agregó, entre risas, que el proceso era similar al de aprender y practicar el idioma español.

-Rocío: Tengo curiosidad ¿Cómo comparten su cultura coreana con los guatemaltecos o personas de otros países?

-Martín:  Sólo si alguien me pregunta (o nos pregunta), podemos responder lo que sabemos, enseñar o explicar.

-Somi: Algunas personas se muestran interesadas en la cultura coreana, y a veces les enseñamos el hangul (el alfabeto coreano), otras veces les explicamos sobre la cultura o los dramas más famosos de Netflix.

-Martín: Explicamos sobre temas básicos.

-Somi: También, nuestra comida es muy diferente, entonces la gente también nos pregunta qué comemos y les respondemos.

-Rocío: Para ir terminando, ¿Qué bebida recomendarían a las personas que vengan al Café Loco?

-Martín: Pienso que cada persona tiene diferente gusto y nosotros hacemos diferentes tipos de café, utilizando diferentes métodos, pero yo recomendaría el mochaccino. Normalmente a mí no me gusta dulce, pero para este café preparamos una salsa de chocolate que sabe muy rico al mezclarse bien con el café, no es ni muy dulce ni amargo, y el chocolate es artesanal.

Mientras hacía estas preguntas Tony y David atendían a los clientes y explicaron que los fines de semana es cuando tienen más movimiento, aunque ahora no es temporada de muchos turistas. También se les podía escuchar teniendo conversaciones con los clientes sobre el café.


Tony dijo: "Ahora estamos usando café de Antigua y para el espresso, de Huehuetenango".


Tony y David tienen en común que en su país natal se dedicaban a la industria del café, pero que en diferentes situaciones conocieron a los miembros de Café Loco y ahora están aquí. David trabajaba tostando café y en cafeterías, su trabajo acá en Guatemala es el mismo, pero afirma que le gusta aprender el idioma español, conocer más del café, de la cultura, además que aquí todos son muy amables.


Finalizando la entrevista, le pedimos a Martín que nos dibujara a Kocnuni, la mascota oficial del KOCIS, usando latte art. También cabe destacar el logo, diseñado por Somi, que presenta a una deidad con muchas manos, las que se necesitan para todo el proceso de preparar el café, desde la plantación y la cosecha, hasta el tueste y la preparación de la bebida.


Finalizando la entrevista, les hicimos algunas preguntas rápidas y le pedimos a Martín que nos dibujara a Kocnuni, la mascota oficial del KOCIS, usando latte art. Mientras Martín revisaba algunas referencias, nos compartió que esta técnica no puede hacerse a temperatura muy caliente, porque cuando la leche está hirviendo, sale mucha espuma y burbujas y existe el riesgo de que se arruine el dibujo. Por eso, en las competencias de latte art la temperatura que se usa es más baja.


kimhyelin211@korea.kr

* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea