Por la reportera honoraria Kenya Contreras de Venezuela
Fotografías: Stefanía Lee
El hanbok, catalogado como el traje tradicional más representativo de la cultura coreana desde la dinastía Joseon, es un elemento fundamental en la sociedad, no solo por su valor histórico y cultural, sino porque dependiendo de la calidad de los textiles, el estilo y la complejidad en el diseño, es posible determinar el estatus socioeconómico de quien lo porta.
Por eso, en la dinastía Joseon, quienes pertenecían a la clase alta, que eran conocidos comúnmente como yangban, demostraban su influencia y poder a través del uso de diferentes tipos de tela en sus vestuarios y de accesorios complementarios distintos a los de la clase común.
Actualmente, Corea del Sur ha desarrollado un sistema político democrático que ha permitido la evolución acelerada de su economía, y como consecuencia de ello, ciertos aspectos de su cultura, incluyendo la vestimenta tradicional, fueron replanteados en un contexto más moderno.
Stefanía Lee, una estudiante de diseño de la Universidad de Palermo en Buenos Aires, Argentina, en su trabajo de grado titulado "Hanbok Millennial: Gamification aplicada al vestido tradicional coreano", evidenció la importancia de recobrar el significado del hanbok en la sociedad moderna.
Por medio de una entrevista, Stefanía Lee nos cuenta de donde surgió esta inspiración, por qué implementó los juegos tradicionales en su colección y cuál es el mensaje que quiere transmitir con su trabajo.
Primer atuendo de la colección minimalista inspirada en los juegos tradicionales coreanos, diseñada por Stefanía Lee.
¿Cómo surgió la idea de la tesis?
La idea surgió cuando estaba tratando de buscar alguna forma de poder hacer que tanto el hanbok como la cultura coreana en general tuvieran un reconocimiento a nivel mundial. Así que comencé a buscar alguna problemática actual. Después de analizar un poco la situación, me di cuenta de que el uso de la tecnología y de las redes sociales son una de las problemáticas más grandes de hoy en día.
Lo que no era obvio antes, ahora lo es. Vivimos en una sociedad que ha ido cambiando los modelos y los estándares de vida, afectando la forma en la que se relacionan las personas. Todo es más rápido y complejo. Es por eso que para acoplarse al ritmo de la sociedad, las personas se vuelven más impacientes, generando un grado más alto de ansiedad, en comparación con las generaciones pasadas. En especial, la adicción al empleo de las redes sociales ha generado un impacto negativo en las generaciones nuevas. Por ejemplo, hoy en día la mayoría de los jóvenes solo interactúan con otros por medio de aplicaciones o por medio de juegos vía online.
Basado en ello, traté de buscar la manera de poder vincular el traje tradicional coreano con el interés que tienen los jóvenes por los juegos, para que por medio de las prendas que elaboré las personas puedan conocer un poco más sobre ambos aspectos. Para ello, fusione las prendas tradicionales con la moda minimalista y neutra.
El método que usó en su investigación fue la "teoría de la gamificación", la cual consiste en el proceso de introducir elementos, mecánicas y diseños en contextos no lúdicos, para producir formatos nuevos de un producto específico, ¿por qué decidió usar juegos tradicionales y no electrónicos?
El método que elegí fue la "gamification", que en español se traduce como "gamificación", como lo indica el subtítulo de la tesis, porque quería hacer un cambio. Es decir, con el fin de generar una estrategia comercial enfocada en las emociones y estímulos de las personas, cree una colección de prendas de vestir enfocada en los elementos, las texturas, las formas y los colores que representan algunos juegos tradicionales coreanos, con el objetivo de desarrollar nuevas habilidades cognitivas y atraer la atención de los consumidores.
Quería dejar de un lado los smartphones, las redes sociales y todo lo que nos invade hoy en nuestra vida cotidiana, para rescatar lo antiguo, recordando todos los momentos que vivimos de niños, cuando se podía vivir bien sin las redes sociales.
¿Cuáles fueron los juegos tradicionales coreanos que empleó como inspiración?
El juego de mesa baduk, el juego de la cometa llamado yeonnalligi y el juego de cartas hwatu.
Colección minimalista inspirada en el juego de mesa coreano baduk.
¿Cómo aplicó el método de la gamificación en su colección?
El hanbok tradicional está elaborado con telas lujosas de alta calidad, utilizando combinaciones de colores vibrantes y adornos. Está compuesto por un vestido interno, una parte superior y una falda inferior.
Contrario a ello, la colección que yo realicé es una línea simple, basado en una vertiente minimalista. Está compuesta por solo dos colores: mostaza y negro. Realicé algunos cambios agregando un mono palazo (pantalón) que representa a las mujeres de hoy en día, que refleja la idea de que somos más libres y tenemos más poder que en aquella época.
Confeccioné varios conjuntos, el primero de ellos está compuesto por una blusa y una falda con pliegues como la falda del hanbok y por encima tiene puesto un tapado que cumple con la estética de la blusa del hanbok original. En la parte del cuello, en forma circular, hay cinco bolitas cosidas que por dentro contienen arroz no cocinado, la cantidad exacta con la cual se juega en la vida real el juego kongui.
Para el segundo conjunto, me inspiré en el juego de mesa baduk, que se juega entre dos personas y en el que un oponente está representado con figuras blancas y el otro con negras.
Elaboré un vestido con pliegues que van desde el corte del bajo busto. Un vestido simple que también puede ser de uso casual cotidiano. La parte superior es un tapado que no se ajusta, ya que es una prenda convertible y reversible. De un lado es negro y del otro es color beige. La parte de color negro tiene cosidas unas cintas de terciopelo negro que representan la tabla del juego baduk. La manga contiene botones que forman un cuadrado como la tabla y por medio de los botones se puede sujetar al cuerpo.
Chaqueta convertible inspirada en el juego de mesa coreano baduk.
También utilicé otro juego llamado yeonnalligi, traducido al español como el juego de la cometa. Las tiras de la cometa en esta prenda son sujetadas por medio de imanes que pueden ser movidas a donde el usuario desee y dependiendo de su movimiento, va a cambiar su forma.
Y por último, usé el hwatu, un juego de cartas que usualmente lo juegan las personas mayores. Puede tener varios integrantes. No lo incorporé como un juego, sino que lo tomé como inspiración para representarlo, debido a que se sigue jugando y está presente en la casa de la mayoría de las personas. En esta ocasión utilicé una capa de organza con un tejido en forma circular. Opté por este dibujo para representar el infinito reconocimiento del hanbok, su historia y su valor en la cultura coreana.
El juego de cartas hwatu consta de un total de 48 cartas, y la mayoría tienen imágenes de flores o plantas dibujadas en cada ficha.
Colección inspirada en el juego de cartas hwatu.
¿Qué mensaje querías transmitir con la colección?
El hanbok en sí me parece muy especial. Siempre ha sido una vestimenta tradicional, solo que con el pasar del tiempo se ha ido acomodando a la colorimetría del año. Existen muchos diseñadores coreanos que fusionan el hanbok y realizan nuevos diseños modernos.
Si en la antigüedad era difícil encontrar un hanbok corto, ahora se puede adquirir con facilidad en una gran variedad de estampas y colores. Además, en la antigüedad todos debían usarlo a diario, ya que era la vestimenta cotidiana. Pero, en la actualidad los coreanos solo visten el hanbok en festividades especiales o para recorrer algunos sitios turísticos como una actividad lúdica.
La colección representa a el hanbok tradicional, su historia y su cultura.
Por último, Stefanía Lee destaca la influencia que han tenido sus padres en su carrera como diseñadora, ya que si no fuera por sus raíces coreanas, no hubiera podido plasmar su propia filosofía en su trabajo.
shong9412@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.