Reporteros Honorarios

19.04.2023

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Por la reportera honoraria Liz Paucar Nureña de Perú

Portada de la edición en español de la novela gráfica ‘Hierba’ | Cuenta oficial de Keum Suk Gendry-Kim en Instagram

Portada de la edición en español de la novela gráfica ‘Hierba’ | Cuenta oficial de Keum Suk Gendry-Kim en Instagram



Cincuenta y cinco años pasaron para que Lee Ok-Sun regresara a su tierra natal, Corea del Sur, luego de ser vendida, secuestrada y enviada a China cuando era adolescente. Una historia que no tiene nada de ficción, es el testimonio real de una mujer, como muchas otras, forzada a servir sexualmente al Ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial.

Publicada en 2017 y traducida a más de diez idiomas, esta novela gráfica de Keum Suk Gendry-Kim ha recibido importantes reconocimientos internacionales, entre ellos, ser elegida uno de los mejores cómics de 2019 por The New York Time y una de las mejores novelas gráficas (2019) por The Guardian. Cinco años después de su publicación original, llegó al público hispanohablante de la mano de Reservoir Books con la traducción de Joo Hasun.

A lo largo de sus dieciséis capítulos y con saltos en el tiempo, "Hierba" sumerge a los lectores en la vida de la protagonista a través de las conversaciones que la autora sostiene con Ok-Sun en la "casa del compartir", un refugio para las víctimas de esclavitud sexual ubicado en la ciudad de Gwangju, provincia de Gyeonggi-do, Corea del Sur.

De esta manera, a través de su testimonio y con dibujos en blanco y negro, se logra conocer los momentos que marcaron las distintas etapas de la existencia de Lee Ok-Sun. De niña, deseaba ir a la escuela, pero contrario a lo que tanto anhelaba, su tiempo discurría entre realizar las tareas del hogar y trabajar. Vivir en la pobreza y ser mujer fueron motivos suficientes para que sus padres no le cumplieran ese gran sueño. Por más que insistiera, la respuesta de su madre siempre fue la misma: "Ve a cuidar de tu hermanita".

Todo empieza a empeorar cuando su familia le informa que los dueños de un restaurante de fideos querían adoptarla. Ok-Sun, ya con 15 años y deseosa de poder estudiar, acepta sin imaginar que su vida cambiaría completamente.

"Ahora sé que no debí tomar esa decisión, pero entonces no sabía que emprendería un camino sin regreso…", narra Ok-Sun a propia voz. ¿Pero qué culpa tuvo de las acciones o decisiones que trajeron tanto dolor a su vida? Ninguna.

Los dueños del restaurante nunca enviaron al colegio a Ok-Sun, por el contrario, la convirtieron en criada. Poco tiempo después, es vendida a una taberna en Ulsan, donde corre con la misma suerte. Retornando de un mandado, es secuestrada y enviada a China para servir sexualmente en las llamadas "estaciones de consuelo", lugares comparados con el infierno y en el que fue maltratada y humillada repetidamente durante tres años (1942-1945).

A los 16, Ok-Sun es violada frente a otras chicas que, engañadas con ofertas de trabajo o secuestradas, también fueron enviadas a estos establecimientos con el propósito de satisfacer los deseos sexuales de los soldados japoneses. "Entre semana venían relativamente pocos, pero los domingos, como los soldados también descansaban, el número se multiplicaba", relata la protagonista.

En escenas como esta, la violencia se ilustra de manera sutil, para evitar la revictimización, como ha señalado Gendry-Kim en entrevistas a medios internacionales. De hecho, la preocupación de la autora para con Ok-Sun y las víctimas también se deja notar cuando decide seguir los pasos de la protagonista visitando las "estaciones de consuelo". "No conseguimos localizar el edificio. Hubiera estado bien que nos acompañase Lee Ok-Sun, pensé por un momento. Pero enseguida negué con la cabeza. No podíamos volver a hurgar en las heridas de su pasado", cuenta la autora.

Tanto las mujeres como los hombres, reclutados para ser explotados laboralmente o para formar parte del Ejército, fueron forzados a borrar su identidad, ya fuera prohibiéndoles hablar en su lengua materna u obligándoles a adoptar nombres japoneses.

Y es que en "Hierba", el lector también puede conocer pasajes históricos en el que se narra el avance expansionista del entonces Imperio del Japón y la situación a la que fue sometida la población de las tierras ocupadas.

Con la rendición de este país, el 15 de agosto de 1945, las mujeres víctimas de esta violencia, a quienes eufemísticamente se les llama "mujeres de consuelo", empezaron a recobrar su libertad, pero sus vidas quedaron marcadas para siempre. Con arrugas en su rostro, Ok-Sun emprende un camino de regreso para reencontrarse con su familia. Cincuenta y cinco años después, nada era igual.

En sus más de cuatrocientas páginas, esta obra no solo permite conocer un capítulo trascendental en la historia coreana y mundial, sino también deja ver, una vez más, que problemas sociales como el machismo, la explotación sexual y otros tipos de violencia siguen estando muy vigentes en la actualidad. Por su supuesto, con características particulares y en un contexto distinto al que vivió Ok-Sun, pero que, igualmente, sin importar el género, causan dolor en las víctimas.

Muchas de las supervivientes de las "estaciones de consuelo" han muerto sin poder recibir una disculpa sincera. Pese a ello, la batalla por encontrar justicia aún persiste. Y son precisamente obras como "Hierba", que trascienden en el tiempo y en el espacio, las que permiten continuar con esta lucha.

Puede conocer a la autora de "Hierba" a través de sus redes sociales: https://www.instagram.com/keumsukgendrykim/

kimhyelin211@korea.kr

* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.