Por el reportero honorario José Alirio Peña Zerpa de Venezuela
Vídeo: Canal oficial de Martín Rodríguez Redondo en YouTube
Cecilia Kang, directora del documental "Partió de mí un barco llevándome", extrajo estas palabras del poema "Árbol de Diana" de Alejandra Pizarnik, para simbolizar el camino que tuvo que recorrer una esclava sexual coreana que estuvo sometida por parte del ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial.
Este documental, que presenta una reflexión de género sobre las mujeres de la diáspora coreana que reside en Argentina, fue presentado en la competencia internacional del 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que se llevó a cabo del 2 al 12 de noviembre.
Luego de que la directora Kang hiciera una breve presentación en el festival, me concedió una entrevista para hablar sobre el documental, que no fue producido con material de archivo y entrevistas a familiares de las mal llamadas mujeres de confort, sino que narra la historia desde una perspectiva actual con la clara intención de reivindicar los derechos de las mujeres.
A continuación se presentan los extractos de la entrevista.
Cecilia Kang, la directora del documental 'Partió de mí un barco llevándome' se toma una foto conmemorativa luego de recibir dos premios en el 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que se llevó a cabo del 2 al 12 de noviembre. | Prensa Mar 38
¿Cómo nació la idea de hacer este documental?
En 2013 tuve la oportunidad de viajar a Corea del Sur y en ese momento pude asistir a una charla que dio una de las sobrevivientes de las mujeres de confort, wianbu o mujeres de consuelo. Ella se llamaba Kim Bok-dong. Antes de esto no conocía nada de esta parte de la historia tan atroz. El testimonio de esta mujer fue muy impactante. Me quebró completamente. Siempre me quedó latente la imagen de esa mujer anciana que tenía rasgos tan parecidos a los míos, que había podido ser, quizá, mi abuela. La película parte de la idea de cómo podemos hablar de este suceso desde Argentina, siendo mujeres argentinas que también hacemos parte de la comunidad coreana.
En el caso de las mal llamadas mujeres de confort, que en realidad fueron esclavas sexuales, cuando nosotros hacemos la analogía con el lema argentino "memoria, verdad y justicia", se activa la memoria y se develan muchas verdades. Sin embargo, no se ha alcanzado la justicia necesaria. Este es un reclamo latente. Veo en la película la motivación de seguir a través del cine, y especialmente a través del personaje Melanie, una función activista. Melanie llegó a través de un casting o cómo fue el proceso de preparación con ella.
A Melanie la conocí justo en el casting abierto que hicimos. Ella fue la primera chica en venir y desde el primer momento fue un flechazo en el corazón. Ella, siendo actriz y por su historia personal y familiar, que fui conociendo poco a poco, aportó muchísimo al crecimiento y maduración de la historia. Mucho se lo debo a Melanie. El proceso de preparación fue intenso y muy profundo. Nosotros habíamos arrancado con el casting en diciembre de 2019 y justo después explotó la pandemia. Pero, eso no nos detuvo. Al contrario, nos dio tiempo para poder conocernos y generar un vínculo de mayor confianza. Melanie depósito toda su confianza en mí y yo en ella.
Sin duda, el trabajo de Melanie es significativo en la película. Ahora bien, "Partió de mí un barco llevándome" no solo se queda en lo duro y lo crudo que vivieron las esclavas sexuales coreanas. También, hay una actualización que vemos en el propio discurso de Melanie, que deja ver una postura con perspectiva de género, feminista, muy argentina. ¿Esta postura es intencional?
Sí, la verdad que son temas que están muy presentes. Yo creo que una película así, quizá hace diez años no era tan posible de hacer. Las perspectivas y los límites eran diferentes. Son luchas que tenemos nosotras las mujeres. Hay terrenos y espacios que tenemos que ganar. Hay estructuras que tenemos que romper para volver el mundo más bello, donde todos tengamos igualdad de derechos. Te puedo comentar que los personajes y casi todo el equipo de filmación somos mujeres, así que son temas que nos atraviesan personalmente. No podemos no sentirnos interpeladas. En definitiva, fue un proceso donde yo aprendí un montón.
Precisamente hablando de interpelación quiero mencionar otra palabra que guarda relación: introspección. En la película se ve un trabajo introspectivo por parte de Melanie y no dudo que también por parte del equipo de producción, ¿cómo fue este proceso introspectivo?
Es una pregunta muy difícil. Fue un proceso muy intenso. Hubo lágrimas. Así que totalmente fue un proceso introspectivo. Primero, el enfrentarnos con el texto del testimonio de la sobreviviente Hwang Geum-Ju. Ya con solo leerlo, ni siquiera en voz alta, te quiebra. Y, de repente, ver cómo otra persona lo lee a viva voz se convierte en una odisea. Se atraviesa mucho dolor. Y escuchando a cada una de las chicas que fueron al casting hablando sobre sus vidas diarias, yo me daba cuenta de que hay elementos que, al día de hoy, en la sociedad que vivimos, siguen siendo estructuras opresivas de las que muchas veces no nos damos cuenta. Esa relación es dura, lo vivo como mujer de la comunidad argento coreana. Así que quería llevar esa reflexión a la película.
Otro subtexto presente en la película es la diáspora coreana en Argentina, eso permea la historia. La gran pregunta sigue siendo, ¿cuánto de Argentina y cuánto de Corea se tiene? Y basta leer, por ejemplo, las investigaciones de la doctora Carolina Mera, en esta materia, para darnos cuenta de que más bien es una fusión, una mixtura. Pero, ¿Cómo describiría esta comunidad?
Es una pregunta interesante. Justamente, "Mi último fracaso" (2016) también habla un poco sobre esto. Yo no puedo encontrar una definición concreta de lo que es ser coreano y ser argentino. Melanie y yo somos hijas de padres coreanos, que nacimos y vivimos acá. Tenemos, inevitablemente, esa dualidad cultural con todo lo bueno y lo malo que conlleva. Esto nos hace "ser parte de" y a su vez genera un montón de contradicciones porque no sabemos en realidad de dónde somos. Esto es una reflexión presente.
Un poco de kimchi y un poco de alfajor.
Un poco de asado y un poco de kimchi.
Finalmente, no quería dejar pasar por alto que tienes en tu equipo un hombre talentoso, el director Martín Rodríguez Redondo, ¿cómo fue esa conexión con Martín?
Con Martín somos amigos. Y no sé cómo lo convencí para que entrara al proyecto como director. Así como tu dices Martín Rodríguez Redondo no solo es productor, también es director. Tuvo una participación en todo el proceso creativo muy importante. Yo tenía alguien con quien poder discutir, contrastar ideas, dialogar y escuchar los cuestionamientos tan necesarios en los procesos creativos. Además, se cargó toda la producción.
Esta es una película de una estructura muy pequeña, pero logramos cosas muy grandes como viajar a Corea.
El reportero de Korea.net José Alirio Peña Zerpa realiza una entrevista a Cecilia Kang, la directora del documental 'Partió de mí un barco llevándome', en el marco del 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. | José Alirio Peña Zerpa
Información adicional
※Sinopsis
En las filas del ejército japonés, durante la Segunda Guerra Mundial, existían las denominadas mujeres de consuelo. En la actualidad, ese término fue reemplazado por una definición más cercana a la realidad: eran mujeres secuestradas y convertidas en esclavas sexuales. Producto de un largo período de humillación, las víctimas permanecieron calladas, pero algunas pocas se han animado a escribir sobre su calvario en una serie de cartas. El nuevo documental de Cecilia Kang recupera esos testimonios para hablar sobre cómo repercuten la Historia y los mandatos sociales en la vida de las mujeres de la colectividad coreana en Argentina, desde la perspectiva de una joven estudiante de actuación que, a partir del acercamiento a esas correspondencias, se permite reflexionar sobre la comunidad en la que vive, y de esa manera entender más sobre las tradiciones de su pueblo y sobre su propia historia familiar.
※Ficha Técnica 1. Título original: Partió de mí un barco llevándome (2023) 2. Duración: 82 minutos 3. Locaciones: Argentina y Corea del Sur 4. Dirección: Cecilia Kang 5. Guion: Virginia Roffo 6. Reparto: Melanie Chong, Hae Kyung Jeon, Alex Chong, Eunice Cho y Mora Lestingi 7. Música: Delfina Peydro 8. Fotografía: Victoria Pereda 9. Género: Documental.
※Sobre Cecilia Kang
Nacida en 1985 en Buenos Aires. Argentina, realizó en 2016 su primer largometraje documental "Mi último fracaso". En 2019 se estrenó su cortometraje "Bicicletas" en Rotterdam, y en 2015 "Videojuegos" en la Berlinale. Actualmente se encuentra desarrollando Hijo mayor, su primer largo de ficción.
shong9412@korea.kr * Este artículo fue escrito por un reportera honorario de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.