Por la reportera honoraria Laura López Velázquez de México
Fotografías: Laura López Velázquez
¿Se imaginan estar tan cerca de las nubes que casi pueden tocarlas con las manos? Eso fue exactamente lo que sentí al vivir una de las experiencias más significativas de mi vida: subir la montaña Hallasan. Esta joya natural,ral ubicada en la Isla de Jeju, me regaló una aventura que transformó mis sentidos. A través de este artículo les quiero compartir mi experiencia realizada en octubre del año pasado.
La montaña Hallasan se eleva a 1.950 metros sobre el nivel del mar y es parte del Parque Nacional Geológico de Jeju, reconocido como un Área de Patrimonio Natural Mundial. Antes de 2020, el acceso era libre, sin embargo, desde ese año se implementó un sistema de registro como una medida de protección debido al gran número de personas que visitan el lugar diariamente. Por ello, es indispensable realizar una reserva gratuita a través de su página web https://visithalla.jeju.go.kr, ya que les solicitarán el comprobante de su reserva en la entrada.
Primeramente, me gustaría mencionar que es fundamental utilizar un calzado cerrado y cómodo, así como asegurarse de llevar suficiente agua y alimentos, incluyendo aperitivos que proporcionen mucha energía. Asimismo, la vestimenta debe ser apropiada de acuerdo con la temporada, teniendo en cuenta que, a medida que van ascendiendo, se pueden presentar cambios climáticos severos, especialmente en otoño e invierno. Recuerden llevar solo lo indispensable para evitar cargar con un peso excesivo.
Se muestra a la reportera honoraria Laura López Velázquez caminando en cuatro transectos diferentes del sendero Gwaneumsa en la montaña Hallasan
Existen distintas rutas para practicar senderismo en Hallasan, pero solo dos de ellas conducen a la cumbre: Seongpanak y Gwaneumsa. Cada ruta presenta diferentes longitudes y horarios de control, los cuales se ajustan a las distintas temporadas para permitir el descenso antes del atardecer y así, evitar situaciones peligrosas. Si bien, la mayoría de los senderos mantienen su origen natural, rocoso e inestable, hay tramos que han sido acondicionados con alfombras de raso, escalones y puentes de madera, facilitando la caminata, disminuyendo el riesgo de accidentes y mejorando la experiencia.
La ruta que elegí para mi ascenso fue el sendero Gwaneumsa, el cual tiene una distancia de 8.7 km. Comencé la caminata alrededor de las 8:00 a.m. y, a pesar del frío matutino, el esfuerzo físico del ascenso me hizo sudar rápidamente. A lo largo del camino, noté que había numerosos letreros que indicaban tanto la distancia recorrida como lo que faltaba para alcanzar la cima. Además, estos letreros señalaban la ubicación de las áreas de descanso.
A lo largo del sendero Gwaneumsa encontrarán letreros que indican la distancia recorrida y la dificultad de cada sección del trayecto.
Luego de recorrer un sendero rodeado de árboles durante un poco más de una hora, arribé a la primera área de descanso que contaba con baños y una plataforma de madera para descansar. Aproveché la ocasión para desayunar un
gimbap, un rollo de arroz con huevo y verduras, envuelto en alga. Una hora y media más tarde, llegué a la segunda área de descanso, donde había un refugio con calefacción. En esta área se sitúa el punto de control de la ruta, por lo que se señalaba que no se podía pasar más allá de las 11:30 a.m. Desde aquí, se podía contemplar la ladera de la montaña, un recordatorio de que ya estábamos más cerca de la cima.
A la izquierda, el refugio Samgakbong situado en el área de descanso de la ruta Gwaneumsa. A la derecha, la reportera honoraria Laura López Velázquez con la montaña Hallasan detrás.
A las 12:45 p.m., llegué la cumbre de la montaña donde se observaba una densa neblina y mucho viento. A pesar de las condiciones climáticas poco agradables, pude admirar el lago Baengnokdam, situado en el centro del cráter. Igualmente, me resultó impresionante observar la gran cantidad de personas haciendo fila para capturar una foto junto a la emblemática roca de Hallasan. Alcanzar la cima representó un momento muy importante para mí, por lo que decidí llevar conmigo la bandera de mi país como un símbolo de que siempre tengo presente a mi patria.
La reportera honoraria Laura López Velázquez se encuentra frente a la roca de Hallasan, localizada en la cima de la montaña.
Una vez en la cima, la hora límite para descender era a la 1:30 p.m., así que me apresuré a capturar una foto de recuerdo y disfruté de un
ramyeon. En esta área, los guardaparques se aseguran de que todos desciendan rápidamente para mantener la seguridad y también hay altavoces que continuamente anuncian este aviso.
Para bajar elegí la ruta Seongpanak con una longitud de 9.6 km. El descenso parece mucho más sencillo, aunque puede ser tan complicado como el ascenso, pero no se preocupen, ya que también hay dos áreas de descanso. En la primera zona de descanso se encuentra el refugio Jindallaebat, el cual cuenta con un monorriel que los puede llevar cuesta abajo si lo necesitan. Aquí se permitía estar hasta las 4:30 p.m., así que comí un aperitivo antes de seguir mi camino. Finalmente, completé el recorrido a las 5:45 p.m. y, posteriormente, me dirigí al centro de visitantes para obtener mi certificado de senderismo que confirma que llegué a la cima, solamente ingresé mi número de reserva y pagué una tarifa de 1.000 wones.
De izquierda a derecha y en el sentido de las agujas del reloj, se presentan las siguientes imágenes: vista interior del refugio Jindallaebat, panorámica de la ruta Seongpanak al iniciar el descenso desde la cumbre de Hallasan, el monorriel descendiendo y el centro de reciclaje del sendero Seongpanak.
Les aconsejo planificar bien su tiempo y comenzar la ruta lo más temprano posible para llegar al punto de control antes de la hora límite; de lo contrario, no podrán seguir avanzando. Durante los fines de semana aumenta la afluencia de visitantes, así que les recomiendo reservar con al menos una semana de anticipación y revisar su sitio web para estar al tanto de cualquier novedad.
La reportera honoraria Laura López Velázquez sostiene su certificado de senderismo.
kimhyelin211@korea.kr
Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afecto y entusiasmo hacia Corea.