Por Etsuro Totsuka
Abogado internacional de derechos humanos
El 26 de marzo de este año marca el 110º aniversario de la ejecución del Teniente General Ahn Jung-geun del Ejército Virtuoso de Corea.
El luchador independentista asesinó al residente general japonés de Corea, Hirobumi Ito, el 26 de octubre de 1909 en la estación de trenes de Harbin, en China. Ahn fue arrestado y enviado a la prisión de Lushun. Fue condenado a muerte el 14 de febrero de 1910, y fue ejecutado el 26 de marzo del mismo año.
A pesar de que Ahn mató a su líder, muchos japoneses lo respetan y lo admiran por su personalidad y liderazgo como gran pensador e incluso por su talento artístico.
Sin embargo, ¿cómo lo evalúan Corea y Japón hoy? En Corea, se le considera un héroe del movimiento por la independencia, pero en Japón se le ve como un terrorista que mató a Ito. ¿Será correcta esta evaluación?
El mayor problema legal con este tema es la cuestión de si el Tribunal de Distrito Provincial de Guangdong tenía jurisdicción bajo el dominio colonial japonés. El entonces juez de la corte dictaminó que el cónsul japonés en Harbin, China, tenía jurisdicción basándose en el Artículo 1 del Tratado de Protectorado de 1905 entre Corea y Japón, conocido como el Tratado de Eulsa, que se concluyó el 17 de noviembre de 1905. También conocido como Tratado de Protectorado Japón-Corea o el segundo Tratado Japón-Corea, el acuerdo otorgó al Ministerio de Relaciones Exteriores japonés los derechos de diplomacia y protección de sus ciudadanos en el Imperio Coreano. El juez básicamente condenó a Ahn a la pena de muerte aplicando la ley penal japonesa a un prisionero coreano. El veredicto, sin embargo, tenía importantes fallas desde una perspectiva legal.
La foto muestra los textos en japonés, coreano e inglés del Tratado de Eulsa. Esta es la página 204 del tercer volumen de "La compilación de tratados antiguos (舊條約彙纂)", que está relacionado con Joseon y Ryukyu. El volumen fue publicado por la Oficina de Tratados del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón y es propiedad de la Universidad de Kyoto. | Etsuro Totsuka
Según un informe de la Comisión de Derecho Internacional presentado a la Asamblea de las Naciones Unidas en 1963, el tratado fue firmado por el emperador coreano y su gabinete contra su voluntad bajo la amenaza de Japón. Desde la perspectiva del derecho internacional, esto hace que el tratado sea indiscutiblemente nulo y sin valor. Por lo tanto, el tribunal japonés no tenía base legal para ejercer jurisdicción en ese momento.
Además, hay un problema más importante que enfatiza la ilegalidad del juicio. En resumen, el Tratado de Eulsa no existe. En la versión original en japonés del tratado que mantiene el Gobierno japonés, la primera línea está vacía e incluso el título del tratado no está escrito. Por lo tanto, no es más que un borrador inicial del acuerdo y muy lejos de la versión final.
Incluso si el tratado existiera, surge otro problema: falta la firma del líder supremo o ratificación.
La versión original en japonés del Tratado de Eulsa suscrito el 17 de noviembre de 1905 se conserva actualmente en los archivos diplomáticos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón (www.jacar.go.jp/goshomei/index.html) | Etsuro Totsuka
Por esta razón, Corea ha argüido que el Tratado de Eulsa es nulo e inválido. La parta japonesa, sin embargo, aduce que bajo la ley internacional es posible que dos naciones firmen un tratado por medio del cual una de ellas ceda su poder diplomático y pierda la independencia sin necesidad de que exista una ratificación.
En 1905, todos los académicos japoneses del derecho internacional dijeron que la ratificación del tratado era necesaria, ninguno aseveró que no hiciera falta. Luego de 1905, muchos teóricos trataron sin éxito de hacer ver que la ratificación era innecesaria. Esto es debido a que según la lógica del derecho transitorio, una teoría elaborada después de la firma de un tratado no puede ser usada probar su validez al momento de que este fuera firmado.
El tratado, que sirvió como base para la jurisdicción del juicio del activista por la independencia, y mártir coreano Ahn Jeung-geun, no existe. Además, el juicio fue llevado a cabo de manera ilegal, sin jurisdicción. Por lo tanto, el jefe del gabinete japonés Yoshihide Suga hizo una aseveración incorrecta -desde el punto de vista legal- cuando declaró en 2014 que Anh era un "terrorista" y que sus acciones habían constituido un crimen de homicidio de acuerdo con la ley penal japonesa.
Durante el juicio, Ahn argumentó que el asesinato de Hirobumi Ito fue un acto que tenía como fin recuperar la soberanía del país, y que lo ejerció como Teniente General del Ejército Virtuoso. Por lo tanto, pidió que se le concediera el tratamiento adecuado como un prisionero, de acuerdo al derecho internacional. Solicitó además un juicio para determinar si sus acciones habían constituido un crimen de guerra o no, pero la corte japonesa ignoró sus solicitudes. Ahn tampoco presentó una apelación ante una corte de mayor cuantía, y así su sentencia de muerte fue confirmada.
Ahn debe ser considerado como un general del Ejército Virtuoso que luchó en contra de la agresión japonesa, y a favor de la liberación de Corea. Aunque fue sentenciado a muerte, tratarlo como un terrorista no tiene ningún sustento. Más aún, el tratado de la anexión de Corea a Japón de 1910 también puede ser considerado como nulo e inválido, puesto que sus conclusiones se fundamentan en el Tratado de Eulsa.
Tanto Corea como Japón deben ahora cooperar e investigar en conjunto para conocer mejor las implicaciones de este asunto.
Etsuro Totsuka es un abogado japonés de derechos humanos, que ha abogado activamente por los derechos humanos y la paz mundial desde hace más de 40 años. En 1992, fue la primera persona en presentar el asunto de la movilización y el trabajo forzado por parte de Japón ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, como miembro de la organización no gubernamental 'Desarrollo Internacional para la Educación'.
Traducido por los redactores de Korea.net, Kim Hyelin y Elías Molina.