"Si bien los fiscales y las fuerzas del orden siguen debatiendo si designar los asesinatos como delitos de odio, millones de estadounidenses de origen asiático e isleños del Pacífico (AAPI), incluido yo mismo, nos sentimos abandonados y abrumados por recuerdos de nuestro pasado, de nuestro presente y temores por nuestro futuro colectivo en un país al que amamos", señaló.

"A medida que los ataques a las AAPI se han disparado en los últimos 12 meses, las llamadas de ayuda y las señales de advertencia de nuestra comunidad se han sentido ignoradas, como si las historias fueran sobre personas que viven en el otro lado del mundo, no sobre sus vecinos en Estados Unidos", agregó.

"¿Por qué las mujeres de nuestra comunidad son el punto de escape y las víctimas de su adicción sexual? ¿Cómo se atreve?", agregó Nam, criticando la idea de los funcionarios de Atlanta de que la adicción al sexo y no el racismo fue el motivo del perpetrador.

"Por favor, escúchennos ahora, porque estar en silencio ahora es ser cómplice", dijo y añadió: "Todos debemos continuar siendo activos en la creación del cambio que tanto deseamos y necesitamos para nosotros y nuestras generaciones futuras".

kimmj7725@korea.kr