Por la reportera honoraria de Korea.net, Verónica Zúñiga de México
4 de agosto de 2020 | El Grupo Planeta

El escritor de origen colombiano Andrés Felipe Solano narra en su más reciente libro cómo la vida cambió para los surcoreanos a medida que el COVID-19 avanzaba.

Es un libro en primera persona que describe lo vivido por el autor y cómo las medidas implementadas por el Gobierno coreano controlaron un virus mortal que amenazaba a la sociedad.

Corea del Sur se situó a la vanguardia, siendo un referente por el gran manejo y control de la pandemia. Parte del éxito se basa en la transparencia y la divulgación oportuna de la información, en las pruebas masivas, en el rastreo y aislamiento de posibles infectados, así como el uso de la tecnología implementada para el control de la pandemia. Pero sobre todo a la gran disciplina y autocontrol de la sociedad coreana.

Andrés radica en Corea desde hace algunos años y está casado con SooJeong, en su libro quiso plasmar lo que se vivió con la alerta sanitaria en el país.
En el libro expone los primeros tres meses de la pandemia y las medidas que se fueron implementando como la Ley de control de enfermedades infecciosas, la cual proponía rastrear a la persona infectada, determinar los lugares en los que estuvo e informar a las personas con las que tuvo contacto con el fin de verificar que estuvieran bien.

También nos cuenta de la paciente nro. 31 quien era una mujer perteneciente a la secta cristiana Shincheonji y contagió a casi mil personas. A partir de ese caso las precauciones se extremaron al máximo.

El escritor comparte el momento en el que le llega el mensaje de aviso en su celular, sobre un ciudadano polaco infectado que visitó los lugares que el frecuenta, y cómo este mensaje desató un momento de paranoia al sentir síntomas y el pánico se empieza a apropiar de él.

El libro está segmentado en los primeros tres meses de la pandemia, narra cómo comenzaron a funcionar las brigadas de desinfección, las compara como los bomberos, quienes se encargaban de desinfectar aquellos lugares que fueron un foco de infección.

Habla de la aplicación del Corona-map que muestra en dónde se encuentran los contagiados y cómo se establecieron los confinamientos según las zonas.

Se hace mención a cuáles son los límites de la privacidad, en dónde hay una diferencia entre vigilancia y rastreo, concluyendo que la libertad pasa por el bien común y cómo cambió su mentalidad. Al ceder un poco de su privacidad para prevenir el contagio, el sistema de rastreo y mapa evitó el confinamiento en las casas y brindó seguridad entre la población.

No se pueden perder este reportaje en forma de libro y si aún no conocen al autor les dejo otra excelente opción: “Corea: apuntes desde la cuerda floja”. En este libro narra cómo es la vida de un autor latino viviendo en Corea durante las cuatro estaciones.

kimhyelin211@korea.kr

*Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.