La foto muestra una de las escenas del cuento 'El viento del norte y el sol', donde se escribe en coreano la fonética del español. | Chriselle Espinar
Con suaves trazos y emblemáticas piezas de vestir ecuatorianas, el video de Chriselle Espinar obtuvo el primer lugar del concurso "Hangeul Festa", que se realizó en octubre en Ecuador. Una de las temáticas de este año era escribir un cuento con el hangeul (alfabeto coreano), pero que al leerlo la fonética fuera similar al español.
La joven ecuatoriana de 23 años tomó el reto y se embarcó en este experimento que la llevó a desentrañar características antiguas del hangeul, para ponerlas en práctica. Espinar cuenta que tardó un mes para llevar a cabo el video de casi dos minutos de duración.
En una entrevista realizada el 11 de noviembre para la página de Reporteros Honorarios de Korea.net, Espinar mencionó: "Si me propongo hacer algo lo tengo que hacer bien, en especial porque represento a mi país, especialmente en Corea del Sur, que también me ha brindado muchas oportunidades".
A más de colocarse en el primer puesto, la estudiante universitaria impregnó la esencia ecuatoriana en el audiovisual, que presenta el cuento "El viento del norte y del sol". Los dibujos muestran al protagonista con una vestimenta común de la sierra ecuatoriana: poncho, sombrero y bufanda. Al ver la producción es inevitable remontarse a los páramos y montañas del centro de Ecuador, uniendo así en pantalla a elementos icónicos del país sudamericano con la estructura y elegancia del idioma coreano.
Al cuestionar a Espinar sobre la parte más compleja en su participación, ella mencionó la fonética, ya que hay sonidos del castellano que no existen en el alfabeto coreano. "Nuestra palabra en español "extremo" me causó mayor dificultad, porque en coreano no existe la consonante "x", entonces buscando información encontré que el coreano antiguo tiene combinaciones incluso con tres caracteres (en la parte final de la palabra)", indicó.
El proceso de investigación fue fundamental, ya que eso la ayudó a implementar letras que existieron en un alfabeto antiguo. Para conocer sobre este tema, las palabras del autor, Alberto Díaz Martínez, serán de gran utilidad. "Se trataba de un alfabeto compuesto por 28 caracteres, los cuales eran 17 consonantes y 11 vocales que al combinarse entre sí formaban las sílabas componentes de las palabras. Con el paso del tiempo y los cambios correspondientes en el idioma, 4 de las letras (ㆁ,ㆆ, ㅿ,ㆍ) desaparecieron, quedando en 24", detalla en su escrito "Los sistemas de escritura coreanos del préstamo a la escritura propia".
Un reconocimiento merecido, pero no esperado. Así se podría describir la reacción que tuvo Espinar cuando recibió la noticia de que había ganado el primer lugar del concurso. Espinar cuenta que esa mañana estaba por conectarse a su clase de coreano cuando recibió el email de Hangeul Festa.
"La verdad yo no lo esperaba porque dijeron que iban a contactar a los ganadores el 9 de octubre, el mismo día del hangeul, pero yo recibí el correo mucho antes. Decía que nos contactaban primero a los ganadores del top cinco. Así que mientras leía el correo estaba temblando porque solo decía top cinco, pero ya al final decía que había ganado el primer premio (Grand prize)".
Pese a que no pudo asistir a la ceremonia de premiación de manera presencial, la joven recibió su reconocimiento y fue partícipe de manera virtual.
Espinar lleva cinco años estudiando lengua coreana. Ella ha combinado el autoaprendizaje con su formación en el Instituto Rey Sejong para conseguir la fluidez y entonación correcta del idioma.
Como consejo para quienes se encuentran a la mitad del camino en el estudio de este idioma, ella señala que no hay que perder los ánimos, y que las recompensas van más allá de lo académico. Espinar comentó que al principio puede ser un poco complicado; sin embargo, para ella ha sido una puerta que ha abierto muchas oportunidades, no solo monetaria, sino una experiencia que le llena el corazón. Por eso, tiene mucha gratitud hacia la cultura coreana".
La joven también participó en la Segunda Cumbre para la Democracia, auspiciada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea (MOFA por siglas en inglés) y por Transparencia Internacional, en marzo de 2013. Espinar ganó el tercer lugar con su arte digital sobre el rol de los jóvenes en la construcción de la democracia. Con motivo de este evento viajó a Corea del Sur y pudo compartir con otros ganadores, e inclusive conoció al presidente de Yoon Suk Yeol.