Por la reportera honoraria Merit Mendoza de México
Cierra los ojos e imagina que te encuentras en Corea del Sur. A tu alrededor, puedes observar anuncios de neón promocionando cafeterías cercanas a ti. Cada rincón se inunda de los sonidos característicos de las melodías de K-pop y, mientras eso sucede, una atmósfera de olor te sigue hasta tu destino, pues te encuentras en un pabellón lleno de cafeterías. Cada paso que das, se acompaña de pósteres anunciando un K-Drama nuevo. Llegas al lugar que querías y Fernández se encuentra sentado en medio de la cafetería. Lo acompañan ya más personas que están dispuestas a compartir con él la magia de Seúl y hacer que aplace más días su estancia ahí.
Esto ocurre en la novela Crónicas de la Era K-pop, del escritor español Fernando San Basilio, publicada en el año 2015. Con un total de 10 capítulos, el autor nos muestra cómo es la vida en Seúl con el crecimiento de la venta y consumo del café, tomando como referencia el hallyu alrededor del mundo y en la nación.
Cada una de las historias describe situaciones y lugares diferentes que, el también periodista, detalla de tal forma que hace imaginar los espacios que visita. Ninguna historia se entrelaza, sin embargo, hay un elemento protagonista: el café. Y es que si bien, la ola coreana forma parte de la contextualización del libro, este no se enfoca en el tema. Lo que se muestra, en realidad, es el negocio y consumo de café en Corea del Sur.
Portada del libro “Crónicas de la Era K-Pop” | Editorial Impedimenta
Fernández, el personaje principal, se encuentra en Seúl por la Gran Feria Internacional del Café. Cuando el evento termina, su estancia se alarga cada vez más por todas las personas que se encuentra en su camino, quienes conoce a través de una plática gracias al también llamado “oro negro”. Esta visita se alarga tanto, que cada semana migración tiene que llamarlo para saber qué hará después de los días ya cumplidos como turista.
Desde la historia de Lee Jae Eun, una estudiante de Universidad de Yonsei, hasta la de la señora Baek, una sobreviviente de la Guerra de Corea, el autor del libro también nos muestra el transitar del país a lo largo de los años y pone énfasis a la importancia del café hasta la actualidad.
En lo personal, mi capítulo favorito fue sin duda “1975”, donde entendí la historia de la Guerra de Corea y su impacto en la sociedad actual. Además de los epílogos escritos por Fernández incluidos en el final de cada una de las historias que, hasta este momento, puedo traducir, no es más que Fernando San Basilio expresando las vivencias que tuvo en Seúl y lo asombrado que quedó al visitarlo.
Según la Agencia de Noticias Yonhap en 2021 las importaciones de café en Corea del Sur aumentaron un 24,2 por ciento interanual por valor de 916,5 millones de dólares -respecto a los 823 millones de 2020- hasta alcanzar un récord de importaciones debido al crecimiento de la popularidad del café en el país.
Dicho crecimiento también favoreció a las tiendas dedicadas al tema, pues cada vez más locales abrieron para ofrecer tan peculiar bebida. Con esto, podemos comprender por qué es tan importante para el escritor mostrarnos su popularidad. Cuando terminamos la novela, nos podemos dar cuenta que no solamente pertenece a este género, sino que también, a través de su estructura y lenguaje, consumimos un reportaje dedicado a Corea.
Y es que no solamente el crecimiento de la venta del café en Corea del Sur podemos aprender gracias a la obra. También, entendemos que el tomarlo significa pasar tiempo libre con amigos, familiares, parejas. Un momento mágico donde nos sentimos acompañados por el sabor y el aroma del café junto con los hermosos paisajes y extraordinarias experiencias que Corea del Sur siempre tiene para nosotros.
kimhyelin211@korea.kr
* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.