Una rueda de prensa para la exposición especial 'Mana Moana: Artes del Gran Océano, Oceanía', organizada conjuntamente por el Museo Nacional de Corea y el Museo Quai Branly - Jacques Chirac de Francia, se celebró el 29 de abril en la sala especial 2 del museo coreano, en el distrito Yongsan-gu de Seúl. En la imagen, la figura nguzunguzu (centro), una talla de proa de canoa.
Por Xu Aiying y Charles Audouin
Fotografías: Lee Jeong Woo
El Océano Pacífico, que cubre un tercio de la superficie terrestre y está salpicado de islas como estrellas, ha sido desde hace siglos el escenario de la navegación, el asentamiento humano y el florecimiento de la cultura de Oceanía.
Por primera vez en Corea, se presenta una exposición que ofrece una panorámica del arte y la filosofía del Pacífico. Titulada "Mana Moana: Artes del Gran Océano, Oceanía", esta muestra especial es fruto de la colaboración entre el Museo Nacional de Corea y el Museo Quai Branly - Jacques Chirac de Francia.
"Mana Moana" resume de forma simbólica el espíritu de la exposición. En polinesio, mana significa la energía sagrada presente en todos los seres, mientras que moana hace referencia al mar inmenso sin fronteras. La muestra reúne 179 obras, entre artefactos históricos de los siglos XVIII al XX y obras contemporáneas, incluidos canoas, esculturas, instrumentos musicales y ornamentos.
Amuleto marupai con poder espiritual, expuesto en la muestra 'Mana Moana'. Tallado con gran detalle en un coco pequeño y cubierto con cal blanca.
Oceanía: territorio del mar
La exposición comienza con la travesía y asentamiento de los pueblos oceánicos, y se despliega en torno a las culturas de Melanesia y Polinesia. Resultan especialmente llamativas las piezas que muestran la cultura marítima de los pueblos del Pacífico, como su sofisticada navegación y construcción de canoas.
Entre las obras destacan la escultura de proa de canoa dogai y el adorno para la popa taurapa, que reflejan la cosmovisión oceánica. El colgante hei tiki, tallado en pounamu (jade neozelandés), simboliza la línea sanguínea y la energía vital para el pueblo maorí. Las mujeres lo llevaban durante el embarazo o el parto, y los hombres, antes de ir a la guerra.
Escultura dogai de proa de canoa (izquierda) y colgante hei tiki de jade, presentes en la exposición.
Los ornamentos y objetos artesanales representan lo mejor del arte oceánico, destacando por el uso armonioso de materiales naturales como dientes de ballena, fibra de coco y madreperla.
La exposición también ofrece un vistazo al arte contemporáneo de Oceanía. La obra "Sin título" de Emily Kam Kngwarrey (1910-1996), una de las artistas aborígenes más representativas de Australia, está inspirada en los patrones corporales tradicionales usados por las mujeres durante ceremonias para conectar con la tierra y los ancestros.
Tapa, tejido elaborado a partir de corteza de árbol, también expuesto en la muestra.
Oceanía: mensajes para el presente
El arte de Oceanía, con su diversidad de significados, invita a reflexionar sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza. Su visión tradicional del mundo, que considera el mar como sagrado y reconoce a todos los seres como compañeros, ofrece una valiosa lección de sostenibilidad para una humanidad en crisis ecológica.
Asimismo, la forma en que rescata mitos y antepasados a través del arte subraya la importancia de la diversidad cultural y la identidad en la era de la globalización. Enseña a echar raíces en la propia cultura, sin dejar de respetar la de los demás.
La exposición se celebrará hasta el 14 de septiembre.
xuaiy@korea.kr