La obra fotográfica de Michael Kenna transmite una inconfundible sensación de serenidad. Este fotógrafo británico de 61 años se ha hecho famoso en Corea por la fotografía que tomó a un pinedo en una isla de Samcheok, provincia de Gangwon. En la imagen se ven rayos de sol atravesando las nubes y el cielo reflejándose en la superficie perfectamente lisa de un tranquilo mar. Esta instantánea del paisaje suscita un cierto sentimiento de soledad, aún cuando en esta foto no haya personas.
Tras su primera visita a Corea en 2005, Michael ha venido a este país en más de diez ocasiones para tomar fotografías. En 2007, por accidente se topó con el pinedo cerca de Samcheok y tomó una foto de este escenario en un momento en el que la negra neblina sobre el mar anunciaba un fuerte chubasco.
“Pinos, estudio 1, Wolcheon, provincia de Gangwon, Corea del Sur, 2007” (foto cortesía de la Galería KONG).
En una entrevista reciente que le hiciera Korea.net, Kenna dijo: “Por fortuna, dispuse del tiempo necesario para obtener la mejor imagen posible. Los árboles y esta isla se merecen lo mejor. Tuve mucha suerte. Las condiciones me fueron del todo favorables: conté con esas negras y amenazantes nubes que anunciaban la caída de un aguacero torrencial. Considero que ese día todos tuvimos mucha suerte. Se dio una prodigiosa sincronicidad. Es una de mis fotografías favoritas.
Este pinedo era prácticamente desconocido, pero desde 2007 se ha convertido en un sitio muy popular entre fotógrafos y turistas gracias a la foto de Kenna.
Este fotógrafo también ha tomado fotos de un archipiélago cerca del condado de Sinan, en la provincia de Jeolla del Sur, frente al Mar Amarillo. En 2011, visitó esta área y tomó fotografías de las bellas islas ubicadas al sur, entre ellas, Hongdo, Heuksando, Gageodo, Manjaedo y Jeungdo. Asimismo, tomó fotos de un estanque de cultivo de algas luego de bajar la marea, de un criadero de abulón ubicado en medio del mar, de una salina resplandeciente y de una calle bordeada de árboles en Damyang, Jeolla del Sur. Ha tomado conocidas fotos de las montañas de Pyeongchang en la provincia de Gangwon, y algunas de sus instantáneas más famosas son de la isla de Jeju en invierno.
“Muelle agrietado, isla de Hauido, Shinan, Corea del Sur 2013” (foto cortesía de la Galería KONG).
“Al final del muelle, isla de Jeungdo, Shinan, Corea del Sur, 2012” (foto cortesía de la Galería KONG).
“Duna de arena, isla de Wooido, Shinan, Corea del Sur, 2012” (foto cortesía de la Galería KONG).
“El archipiélago de Shinan me ha causado una profunda impresión”, afirmó Kenna. “Lo he fotografiado apenas en cuatro ocasiones, pero he logrado recabar un vasto acervo de material fotográfico. El sitio cuenta con islas en tal abundancia, que no basaría una vida para conocerlas todas”.
“Shinan es un lugar impoluto y prácticamente vírgen. En estos días es difícil encontrar sitios como éste, de una belleza que seduce por lo prístino de su naturaleza. La tierra, el agua y el cielo aparecen en combinaciones y variantes diversas y complejas a la vez. Las condiciones meteorológicas están en cambio permanente, y nada ocurre dos veces de idéntica manera”, afirmó.
Al igual que la del pinar, todas las fotos que toma Kenna son de paisajes sin personas y en blanco y negro. A este fotógrafo le interesa captar la “atmósfera que impregna todo,”, como él mismo lo describe, en vez de tomar imágenes concretas. Él atribuye esta tendencia a su infancia. Creció en una familia católica irlandesa en la ciudad de Widnes, en el noroeste de Inglaterra. Era una familia de escasos recursos, y vivía en una casa muy pequeña con cuatro hermanos y una hermana. Aspiraba a ser sacerdote, e ingresó a un seminario. Permaneció siete años allí, desarrollando un profundo respeto por lo invisible.
“Me levantaba, me sentaba y meditaba en silencio. Veía una luz. Yo creo en estos rituales. Forman parte importante de mí”, comenta Kenna.
En relación con sus fotografías de pasajes en blanco y negro, el autor confiesa: “En muchas ocasiones he realizado fotos a color, sin embargo me parece que las fotos en blanco y negro son más expresivas, maleables y misteriosas. Quizás ello tenga que ver con que vida cotidiana se vive a color. Por ello, una imagen en blanco y negro de inmediato nos resulta especial, algo así como una interpretación subjetiva, y no una fotocopia de lo que estamos viendo. El color es especificidad y descripción, pero yo prefiero la sugerencia a la descripción. En mi opinión, la sutileza del blanco y negro estimula la imaginación del observador para que termine de construir la imagen con su imaginación. Considero que la fotografía en blanco y negro es más tranquila y suave que la foto a color, además de que permanece por más tiempo en nuestra memoria visual.
“En la actualidad, todo es más rápido, más colorido, más ruidoso. En estos días, todo es más confuso y desordenado. El tiempo está fragmentado, y transcurre en trocitos. Gusto de realizar obras que bajen el ritmo y devuelven el sosiego a la gente. Me agrada la tranquilidad, la paz, algo muy cercano a la meditación. Me gusta producir obras que permiten al espectador sentirse en soledad, no asustado por esta”.
“Árbol de templo, Jonjaamji, isla de Jeju, Corea del Sur, 2012” (foto cortesía de la Galería KONG).
Kenna pasa hasta seis meses al año viajando por todo el mundo, tomando fotografías y realizando exposiciones. El resto del tiempo, está en Seattle, Estados Unidos, con su familia: su esposa, sus dos hijos y su suegra. Para su trabajo, utiliza cámaras tradicionales de rollo y revela sus fotos en el cuarto oscuro de su estudio en Seattle.
“Aún no he encontrado una impresión digital que haya logrado seducirme”, afirma. “Lo anterior, desde luego, es un gusto enteramente personal y subjetivo. Luego de haber estado trabajando con materiales en plata y cámaras tradicionales con película durante cuarenta años, tanto a nivel comercial como en mi trabajo artístico, me siento totalmente fuera de lugar con los medios digitales”.
“Personalmente, no estoy interesado en obtener una gratificación inmediata con la fotografía. Lo que realmente me cautiva es el lento proceso que me lleva a conseguir la foto definitiva. Prefiero las limitaciones, imperfecciones e imprevisibilidad del mundo analógico de la plata, por lo que me encanta pasar horas y horas en el cuarto oscuro explorando el potencial de un negativo”, añadió.
Sus fotografías de las islas de Hongdo, Heuksando y Gageodo, en el condado de Shinan, se exhiben actualmente en la Galería KONG, ubicada en la parte norte de Seúl. La exposición “Viaje al lejano oriente” es la tercera de que se presenta de este fotógrafo en esta galería.
“Para mi, ha sido un placer descubrir este gran país, y me siento honorado y orgulloso de que el pueblo coreano se interese por mi trabajo. Hay tanto por descubrir aquí que espero tener la posibilidad de regresar en más ocasiones”, afirmó.
Michael Kenna sosteniendo su cámara fotográfica (foto cortesía de la Galería KONG).
La exposición continúa hasta el 23 de febrero. La galería abre de 10 a. m. a 6 p. m., de martes a sábado, y de 12 p. m. a 6 p. m. los domingos. La galería cierra los lunes.
Si desea obtener más información, por favor llame al teléfono 02-738-7776 o visite el sitio en Web: www.gallerykong.com.
Limb Jae-un
Redactora de Korea.net
jun2@korea.kr
(Traducción: Raúl Bautista Gutiérrez)