El 25 de marzo, la alférez Kwak Hye-min, oficial de enfermería recién designada, hace el signo de victoria a su colega para mostrar su esperanza de vencer al nuevo coronavirus (COVID-19), en la sala de aislamiento de presión negativa del Hospital de las Fuerzas Armadas de Daegu. | Kwon Min-joo
Por Kim Minji, Kim Minseok y Kim Hyelin
18 de mayo de 2020
“Me emocionó ver que todos trabajan uniendo las fuerzas detrás de escena” dijo la alférez Kwak Hye-min, una enfermera que cuidó a los pacientes con el nuevo coronavirus(COVID-19) en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Daegu.
El 3 de marzo, Kwak se graduó como miembro de la Academia de Enfermería de las Fuerzas Armadas de Corea y tras la ceremonia de instalación con sus 74 compañeras, fue asignada de inmediato al hospital militar, que fue designado para atender a las personas afectadas del coronavirus.
Kwak y sus compañeras hicieron un récord por haber sido desplegadas en el mismo lugar por primera vez desde el establecimiento de la academia en 1967. Además, su ceremonia de graduación recibió mucha atención en medio de una amplia cobertura mediática sobre COVID-19.
El 3 de marzo, las 75 nuevas oficiales de enfermería que fueron asignadas a trabajar en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Daegu justo después de su graduación y nombramiento suben en el autobús que se dirige hacia Daegu. | Yang Dong-wook del Diario de Defensa de Corea
A pesar de su espíritu militar y el sentido del deber como enfermera que han desarrollado durante 4 años en la academia, a las graduadas todavía les resultaba difícil cuidar a los pacientes en salas de aislamiento llevando equipos de protección personal.
Kwak mencionó que recibió mucho apoyo y aliento, no solo del personal médico y los pacientes en el hospital, sino también de muchos ciudadanos.
“Los profesionales sanitarios, como médicos y enfermeras recibieron mucha atención en la situación por COVID-19, pero en el hospital muchas más personas están trabajando duro para ayudar a los pacientes con COVID-19 a recuperarse y vencer la epidemia”, explicó y agregó: “Me di cuenta de que los numerosos miembros del hospital, como los técnicos de tomografía computarizada y radiografía o los que revisan establecimiento de presión negativa, también trabajan silenciosamente detrás de escena mientras asumen el riesgo de infección, y eso me conmovió mucho”.
El 10 de abril, la alférez Kwak regresó a su unidad tras su misión de 39 días y dos semanas de autocuarentena. Recordando los días en el hospital, señaló: “Me preocupa que termine mi trabajo sin ver al primer paciente que cuidé salir del hospital”.
"Aunque estábamos cumpliendo el deber que nos correspondía como soldados y enfermeras, nos enviaron café, cartas escritas a mano e incluso miles de grullas de papel, lo que nos ha hecho sentir apoyadas. Creo que gestos de unidad como esos fueron la fuerza motriz que permitió la rápida superación de la pandemia”.
Kwak mostró su lamento por el reciente aumento del número de nuevos casos confirmados en Corea y contó: “Aunque fue un período corto, tengo experiencia en cuidar a los pacientes con COVID-19. Haré mi trabajo mejor si me dan una misión relacionada con COVID-19”.
Las graduadas de la 60ª generación de la Academia de Enfermería de las Fuerzas Armadas de Corea en el distrito de Yuseong-gu, Daejoen, se despiden de sus colegas de la siguiente generación mientras suben en el autobús para brindar el apoyo médico en la ciudad de Daegu tras la ceremonia de graduación y nombramiento el 3 de marzo. | Yang Dong-wook del Diario de Defensa de Corea