Los restos se descubrieron en un proyecto de excavación conjunto, llevado a cabo, de 1996 a 2005, entre Corea del Norte y Estados Unidos en las principales zonas de batalla de la Guerra de Corea en el Norte, como Changjin en la provincia de Hamgyongnam-do, Unsan en la provincia de Pyeonganbuk-do y Gaecheon en la provincia de Pyeongannam-do. Posteriormente se halló que 64 restos eran de tropas surcoreanas después de que las autoridades de Corea del Sur y EE.UU. realizaran una identificación forense conjunta.

Al evento que se ha llevado a cabo bajo el lema “Les recordaremos en nombre de la República de Corea”, junto con el presidente Moon asistieron aproximadamente 60 personas, incluidos el ministro de Defensa Nacional, Jeong Kyeongdoo, y el general Vincent Brooks, comandante de las Fuerzas Armadas Estadounidenses en Corea del Sur, funcionarios gubernamentales de alto rango y líderes religiosos.


Tras la ceremonia de repatriación, la Agencia para la Recuperación e Identificación de los Muertos en Combate, del Ministerio de Defensa Nacional, llevará a cabo el proceso de identificación, incluidas las pruebas de ADN, para entregarlos a sus familiares y enterrarlos en el Cementerio Nacional.

El viceministro de Defensa Nacional Suh Choo-suk, quien se encargó de traer los restos de los soldados fallecidos desde la Agencia de Registro de los Prisioneros de Guerra y Desaparecidos en Combate (POW/MIA, por sus siglas en inglés) en Hawái el 28 del mes pasado manifestó: “Esta repatriación muestra la voluntad del gobierno de responsabilizarse de los patriotas que dieron su vida por la Nación. Haremos todo lo posible para encontrar todos los soldados que fallecieron en la Guerra de Corea”.

kimhyelin211@korea.kr