Por Kim Hyelin 

Video: Lee JunYoung 

2 de junio de 2021

Caminando bajo el sol abrasador, alguien entra en una tienda de conveniencia, compra una botella de agua y toma un sorbo. Como la botella pronto se vacía, vuelve a poner la tapa y la tira en un basurero marcado como "PET" (tereftalato de polietileno). Aquí es cuando comienza el viaje de transformación de una botella de plástico en un recurso reciclable de alto valor agregado.

Las botellas de PET tienen propiedades ligeras y son maleables. Si se separan y desechan adecuadamente, se pueden transformar en prendas funcionales o recursos reciclables. Pueden pasar de la basura a convertirse en una variedad de artículos, como ropa de trabajo para oficiales de policía y militares, cuerdas, materiales de relleno para ropa o peluches, bolsas de malla y contenedores de desinfectante de manos.

El Servicio de Cultura e Información de Corea, afiliado del Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo, el 27 de mayo, tres días antes de la Cumbre de Asociación para el Crecimiento verde y solidaridad para los objetivos globales 2030 (P4G) de Seúl 2021, realizó un tour de prensa para los periodistas extranjeros en Corea. Los 20 reporteros participantes que representan a 12 medios de comunicación de 9 países vieron el proceso de reciclaje de plásticos.

El equipo de Korea.net se unió a la gira para conocer el proceso que pasan los plásticos desechados para regresar a los brazos de los consumidores como un nuevo artículo con valor agregado.

El tour comenzó en el condado de Hoengseong-gun, provincia de Gangwon-do, dentro de un campo de detección de artículos reciclables. La puerta trasera de un camión se abrió para permitir que las botellas de PET de diversas formas cayeran por el suelo. La cinta transportadora conectada al suelo recogió las botellas y las trasladó ruidosamente al segundo piso, donde el personal estaba de pie a ambos lados. Seleccionaron botellas reciclables y las enviaron de regreso al recipiente en el primer piso.

En un campo de detección de basura plástica el 27 de mayo en el condado de Hoengseong-gun, provincia de Gangwon-do, el personal selecciona botellas de plástico reciclables entre las que se desechan en casas y apartamentos. | Kim Hyelin

Pronto, solo plásticos triturados de varios tamaños quedaron en la cinta transportadora. Las botellas de plástico no transparentes, como aquellas de color opaco, azul o marrón, son designadas para su uso como productos de bajo valor agregado, como relleno para la ropa o peluche, contenedores de huevos o vasos de plástico desechables. Solo las botellas transparentes se reciclan como botellas de bebida o hilo de poliéster. El hecho de que el plástico desechado se convierta en recursos de alto o bajo valor agregado depende del nivel de transparencia. Las botellas de PET y el poliéster están hechos de tereftalato de polietileno, por lo que se puede hacer hilo de poliéster cortando dichas botellas en trozos delgados y fundiéndolos y convirtiéndolos en hilo fino.

Las botellas de PET desechadas se reunieron, comprimieron en formas cuadradas y se enviaron a la empresa Doosan ENT. Esta fábrica separa las tapas y etiquetas de las botellas mediante un proceso automatizado, rompe las botellas en pedazos y las limpia para producir escamas de plástico, conocidas como plastic flakes. La pureza de las escamas determina la calidad del producto final, por lo que las escamas se limpian varias veces. Las botellas comprimidas antes de entrar en la máquina grande salieron como escamas transparentes y se pusieron en los sacos.

Las escamas terminadas se envían a otra empresa que fabrica gránulos de plástico, llamado pellet. Un fabricante de fibras sintéticas derrite los pellet para convertirlos en hilos largos y finos. Al llegar hasta este punto, las botellas desechadas están listas para renacer como ropa.

Black Yak, una marca nacional líder en ropa de exteriores, produce ropa hecha de hilo de poliéster reciclado de este tipo. En agosto del año pasado, la compañía se convirtió en la primera en Corea en fabricar ropa funcional utilizando K-rPET (PET reciclado coreano), una fibra hecha de botellas de PET recicladas recolectadas en el país.

Empresas como el fabricante de fibras sintéticas TK Chemical, Black Yak y Doosan ENT y varios gobiernos locales acordaron cooperar para recolectar botellas transparentes de PET y utilizarlas para fabricar productos, creando un sistema de circulación de recursos para reducir la importación de plástico desechado, una fuente de fibra reciclada, y aumentar la dependencia de los materiales domésticos.

El personal de Black Yak dijo: "Reciclar botellas de PET en lugar de obtener materias primas del petróleo y producir nuevo poliéster reduce las emisiones de carbono en un 65% y el consumo de energía en el proceso de producción en un 70%".

Para el próximo año, el Ministerio de Medio Ambiente planea aumentar el suministro nacional de recursos reciclables de PET de alta calidad a más de 100.000 toneladas, que en 2019 fue de 28.000 toneladas. Hace dos años, el país también importó 78.000 toneladas de PET desechado y recursos reciclables, y el objetivo es que el país se vuelva completamente autosuficiente en esta área.

Olga Tsoy, reportera de la Agencia de Noticias Khabar de Kazajistán dijo: "En Kazajistán estamos en la etapa inicial del reciclaje de plástico, así que hay mucho que aprender", y agregó: "Por eso participé en la gira y me gustaría hacer un reportaje para presentar en mi país el impresionante sistema de reciclaje de Corea del Sur".

kimhyelin211@korea.kr