Cultura

25.04.2025

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Una periodista observa una obra del pintor Kim Chongnam durante una visita de prensa por la inauguración de la exposición 'Surrealismo y arte moderno coreano' en la sede del museo nacional ubicada en el palacio Deoksugung, Seúl, el 16 de abril. | Charles Audouin

Una periodista observa una obra del pintor Kim Chongnam durante una visita de prensa por la inauguración de la exposición 'Surrealismo y arte moderno coreano' en la sede del Museo Nacional ubicada en el palacio Deoksugung, Seúl, el 16 de abril. | Charles Audouin



Por Charles Audouin

Resistencia, incongruencia, asombro, humor y sueños de libertad frente a las opresiones que constriñen el espíritu: el surrealismo encarna una forma de revolución artística que intenta responder a las tensiones fundamentales de la vida humana.

Surgido en Francia tras la Primera Guerra Mundial, este movimiento artístico se expandió por todo el mundo a finales de los años 20 del siglo pasado. Sin embargo, en la Corea del siglo XX, marcada por la colonización, la guerra y la división, el surrealismo nunca llegó a consolidarse como corriente dominante.

No obstante, varios artistas coreanos expresaron a lo largo de sus trayectorias influencias surrealistas. La exposición 'Surrealismo y arte moderno coreano', organizada por el Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo (MMCA, por sus siglas en inglés), presenta las obras de seis de ellos en su sede del palacio Deoksugung desde el 17 de abril.

'Mi paisaje' (1980) de Kim Chongnam | MMCA

'Mi paisaje' (1980) de Kim Chongnam | MMCA



El primero de ellos, Kim Chongnam, nació en Sancheong, provincia de Gyeongsangnam-do en 1914. Tras emigrar a Japón, potencia colonial en aquella época, adoptó la nacionalidad japonesa y el nombre artístico Manabe Hideo, bajo el cual sería reconocido en el mundo del arte.

Sus obras muestran plantas, animales e insectos ocultos entre rostros humanos y elementos cotidianos, como reflejo de sus tensiones identitarias. Debido a la discriminación que sufrían los coreanos residentes en Japón, Kim no reveló su verdadero origen ni siquiera a sus hijos hasta el final de su vida.

Se muestra la sección dedicada al pintor Kim Ukkyu en la exposición 'Surrealismo y arte moderno coreano' | Charles Audouin

Se muestra la sección dedicada al pintor Kim Ukkyu en la exposición 'Surrealismo y arte moderno coreano' | Charles Audouin



Kim Ukkyu, de Hamheung (actual Corea del Norte), abandonó a su familia para dirigirse al sur durante la tercera batalla de Seúl, a inicios de enero de 1951.

Su universo pictórico se caracteriza por figuras humanas alargadas y distorsionadas, a menudo fusionadas con aves, así como criaturas escondidas en paisajes oníricos. De sus más de 400 obras, la mayoría no tienen título ni firma. No fue hasta después de su muerte que se organizó su primera exposición individual.

A la izquierda: 'Cactus (Vida)' (1977) de Kim Jongha, y a la derecha: 'Fantasía peninsular' (años 1970) de  Park Gwangho. | MMCA

A la izquierda: 'Cactus (Vida)' (1977) de Kim Jongha, y a la derecha: 'Fantasía peninsular' (años 1970) de Park Gwangho. | MMCA



Durante la segunda mitad del siglo XX, mientras el arte coreano oscilaba entre la tradición y la modernidad, Kim Jongha y Park Gwangho optaron por explorar los deseos íntimos y el erotismo humano.

Las obras de Kim incluyen numerosos desnudos femeninos, mientras que Park expresa emociones reprimidas y fetiches visuales en composiciones fantásticas.

Se muestran unas obras de Kim Younghwan exhibidas en la exposición 'Surrealismo y arte moderno coreano'. | Charles Audouin

Se muestran unas obras de Kim Younghwan exhibidas en la exposición 'Surrealismo y arte moderno coreano'. | Charles Audouin



Más adelante, Kim Younghwan y Shin Youngheon, ambos originarios del norte de la península, representaron la realidad de la división de Corea a través de animales simbólicos o ciudades deshumanizadas, fusionadas con elementos del cuerpo humano.

Además de los seis protagonistas, la exposición reúne obras de más de 50 artistas coreanos, sumando alrededor de 230 piezas. El precio de la entrada es de 2.000 wones, a los que se suman 1.000 wones para acceder al palacio Deoksugung.

Se muestra la vista de la sede de Deoksugung del Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo. | Charles Audouin

Se muestra la vista de la sede de Deoksugung del Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo. | Charles Audouin


Desde 1998, el ala oeste del pabellón Seokjojeon, en pleno corazón del palacio Deoksugung, alberga una de las cuatro sedes del Museo Nacional. Ubicado frente al Ayuntamiento de Seúl, el palacio puede visitarse junto con otros puntos cercanos como la plaza Gwanghwamun o el mercado de Namdaemun.
caudouin@korea.kr