Reporteros Honorarios

04.02.2020

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María Eugenia Olsen en el escenario mostrando la danza coreana en México.



Por la reportera honoraria de Korea.net, Nerea Ramírez de México
7 de enero de 2020 | Javier Corona Baeza

María Eugenia Olsen se ha encargado de no ser la única bailarina de danza coreana en México aunque sí fue la primera al atreverse a explorar sus raíces para ponerlas en un escenario y expresarlas a través de la danza.

A los ocho años daba los primeros pasos en Puerto Progreso en el estado de Yucatán a donde décadas atrás llegaron sus abuelos desde la península coreana, mucho antes de que se partiera en dos.

Así continuó preparándose en las artes hasta profesionalizarse en danza folklórica lo que la llevó al mejor ballet de México, el de Amalia Hernández, uno de los más reconocidos en todo el mundo.

Hace 15 años, quizás por un llamado de la sangre la bailarina de folklor mexicano decidió aprender de manera autodidacta la danza coreana y luego enseñarla a jóvenes como ella, descendientes de coreanos, o personas que se acercaban a la escuela de coreano de su comunidad.

Fue así como fundó el grupo Mugungwha. Hoy junto con su hermano Kevin, promueve la danza y la música coreana. Agrupación que la ha puesto la danza coreana ante importantes espectadores como embajadores de Corea en México, pero que también ha llevado este legado a otras latitudes.

Acudimos a ella para conocer cómo ha sido su experiencia llevando a los escenarios mexicanos un poco de la cultura que lleva en su sangre.

¿Cómo nace la idea de acercarte a las danzas coreanas?
Tenía la inquietud desde pequeña de hacer algo que me identifique con mi cultura, todo empezó por las costumbres que fueron enseñadas por mi abuela, las visitas constantes de coreanos y las entrevistas que le realizaban, es cuando entendí que tenía la mezcla de las dos culturas.

Como bailarina profesional tuve la necesidad de expresar algo sobre Corea. Es cuando invitó a mis hermanos a realizar un grupo de instrumentación coreana ligada con la danza, con jóvenes descendientes que conocíamos de años por las reuniones familiares.


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Grupo de danza coreana Mugungwha en escena.



¿Cómo ha sido tu experiencia de bailar danza coreana?
Ha sido para mí una experiencia inolvidable. Comencé aprendiendo de mi misma y sobre todo de mis capacidades, cada día que me presento voy aprendiendo mucho más. No ha sido fácil para mí dominar un estilo de movimiento totalmente diferente a lo estudiado, creo que esto del talento lo llevamos en la sangre y sólo fluye con un poco de creatividad y las ideas en tu cabeza.

Fuiste la primera en iniciar esto, ¿alguien más ha seguido tus pasos?
Cuando inicié no había nadie que enseñara esto. Me he ido apasionado mucho e investigando todo lo que ha estado a mi alcance para mostrar un trabajo de calidad. Cuando empezaron a escuchar de la existencia de la agrupación llegaban las invitaciones a participar en la asociación (de descendientes coreanos) de mi estado, la Embajada de Corea, así como la asociación de Campeche, que apoyamos en la enseñanza de la música tradicional y que actualmente han continuado con su proyecto.

¿A cuántas personas has enseñado danza coreana y cómo han sido?
He tenido aproximadamente como unos 200 alumnos los cuales han pertenecido a mi agrupación y otros han sido a través de talleres y cursos que he dado.

La gran mayoría han sido niños y jóvenes, y ha ido integrándose gente adulta; por supuesto la gente interesada en el idioma coreano al ver al grupo terminan enamorándose más de la cultura y muchos de ellos se integran rápidamente con nosotros.


¿Alguno de tus alumnos te ha sorprendido por sus habilidades?
He tenido muy buenos alumnos y otros que les ha costado mucho trabajo de aprender pero ha sido el amor hacia sus antepasados coreanos y el amor a la cultura que hacen que esas personas perseveran. Por otro lado ha habido ciertas personas que han aprendido tan bien que me han superado en cuanto a su interpretación en la música como en la danza, es cuando me siento muy orgullosa y satisfecha del trabajo logrado.

María Eugenia Olsen además de bailarina ha ocupado varios cargos públicos relacionados con la cultura en su localidad. En 2005 fue directora del Ballet Folklórico del Estado de Yucatán.

Fuera de la escena pública la vida familiar se desarrolla en reuniones cerca del mar disfrutando de platos coreanos como el bulgogi y el samggyeopsal mientras recuerdan las anécdotas de la abuela coreana.


Quizás la danza es el resultado de ese legado de todas esas historias de la abuela.
“Una vez me entrevistaron de Washington un periodista coreano que me dijo: “a ver baila, dicen que tú bailas danzas coreanas”, como que no creían que lo hiciera, la verdad muy nerviosa lo hice, y me dijo al final: “tú no necesitas maestro”.


“Creo lo traemos en la sangre”, comentó cuando contactamos con ella para entrevistarla.

brightsong@korea.kr

* Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios son de todo el mundo y trabajan para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.