Reporteros Honorarios

07.07.2020

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Corea es hoy un gran exportador a nivel mundial. La foto muestra el Puerto de Busan, una de las sedes más importnates de exportación del país. | Korea.net DB

Corea es hoy un gran exportador a nivel mundial. La foto muestra el Puerto de Busan, una de las sedes más importantes de exportación del país. | Korea.net DB



Por la reportera honoraria de Korea.net, Nerea Ramírez de México
23 de junio de 2020


Un rasgo del consumidor coreano es el interés por los productos extranjeros, sin embargo también es cierto que gran parte de su consumo es local en lo que refiere a autos, alimentación e incluso en tecnologías de la información. Por ejemplo, la aplicación de comunicaciones KakaoTalk desarrollada localmente es preferida por los coreanos sobre otros servicios extranjeros.

El precio de estos productos, es un factor importante para la preferencia y son resultado de las políticas económicas de los años sesenta y hasta mediados de la década de 1990. El sistema de apoyo del Gobierno a los conglomerados conocidos como chaebols en los sesenta permitió la producción local de productos más económicos para los consumidores. Los conglomerados chaebol emanan de negocios de familiares cuya dirección es heredada dentro de esas familias, que fueron fieles al país en tiempos difíciles durante la ocupación japonesa y posteriormente la Guerra de Corea, la cual marcó precedente para el desarrollo de la política económica surcoreana.

Hasta 1948 gran parte de las industrias coreanas, las cuales se encontraban donde hoy es Corea del Norte, continuaban produciendo en función de la demanda japonesa.La liberación en 1945 expulsó gerentes y administradores japoneses de las empresas creando un precedente para terminar con la servidumbre industrial para Japón y así poder instaurar un modelo diferente al de la Corea colonizada.

Para 1950, Corea planeaba levantar su economía a través de dos estrategias: reforma agraria y privatización de la propiedad de enemigos, es decir, aquellos negocios o tierras agrícolas que hubieran pertenecido a japoneses o a sus aliados. Estas políticas orientadas a la redistribución de los recursos recuperados entre ciudadanos coreanos y el aprovechamiento del sector campesino, no pudieron realizarse debido a la guerra. De hecho, la guerra destruyó la infraestructura que había quedado de la herencia japonesa y que hasta ese entonces era utilizada por la naciente industria para el movimiento comercial.

Es importante señalar que las tensiones políticas ya habían marcado una división entre norte y sur, pero la guerra y la tregua que vio su fin, tuvo como consecuencia que casi todas las grandes empresas manufactureras y de servicios comerciales quedaron del otro lado del paralelo 38.

Del otro lado quedó el bastión agrícola de la península, el de Corea del Sur que también recién se liberaba del servicio al Gobierno japonés. El reto durante y después de la guerra fue llevar a esta zona geográfica al desarrollo industrial para impulsar el crecimiento económico.

Una de las estrategias adoptadas por Corea del Sur durante los años cincuenta consistió en la industrialización por sustitución de importaciones.La industria coreana producía lo que el consumidor coreano necesitaba para su consumo en los sectores agroalimentario y de textil. Se evitaban las importaciones y el Gobierno pudo intervenir en los precios de algunos productos básicos como el arroz para la subsistencia de algunos sectores como el de los trabajadores públicos.

Durante esta época, derivado de la ayuda estadounidense, se privilegió la instauración de las llamadas “industrias blancas”, que son aquellas dedicadas a la producción de azúcar, textiles y harinas de trigo que se producían con exportaciones. Así se inauguró también la tendencia de la industria coreana por utilizar el valor agregado como una de sus estrategias de mercado que continúan entre sus características y que hoy es clave en industrias como la del entretenimiento.

Este elemento es importante, pues si la industria que se concentró previa a la guerra en el norte fue por la disponibilidad de recursos minerales, metalúrgicos, entre otros, por lo que Corea es importador de materias primas, pero también un gran exportador que agrega valor a lo que produce. Uno de esos valores es la calidad del capital humano que trabaja en sus empresas y esto es también parte de las estrategias emanadas del contexto de la guerra: dar prioridad a la educación. La idea fue formar personal altamente capacitado para operar las industrias coreanas a fin de potenciar su funcionamiento. En la actualidad la tradición educativa continúa como un factor de competitividad en la economía coreana.

Al auge económico de Corea del Sur, se le conoce como el Milagro del Río Han, pero más que un milagro es una suma de acciones para salir de la pobreza después de la guerra.

Hoy en día, Corea es una de las principales potencias exportadoras en el mundo. El líder en la manufactura de barcos, que incluso, ha ampliado la presencia de sus empresas en otras latitudes de Asia, Europa y América Latina.

kimhyelin211@korea.kr

*Este artículo fue escrito por una reportera honoraria de Korea.net. Nuestro grupo de reporteros honorarios es de todo el mundo y trabaja para compartir su afección y entusiasmo hacia Corea.