Foto retrato de Jina Nam, investigadora de la Fundación para la Restauración del Patrimonio Cultural en Seúl. | Kang Sung Chul
"Los bienes culturales no son simplemente un legado del pasado. Son espejos que reflejan el pasado, el presente y el futuro de la humanidad, por lo que si han sido saqueados, es natural devolverlos a su propietario original".
En una entrevista realizada el 17 de noviembre por los periodistas de Korea.net y la Agencia de Noticias Yonhap, la investigadora de la Fundación para la Restauración del Patrimonio Cultural en Seúl, Jina Nam dijo: "La devolución de los bienes culturales saqueados es un símbolo de reconciliación y cooperación entre las partes no solamente en el pasado, sino también en el presente".
Nam ha tenido siempre un interés especial por el patrimonio cultural de Corea del Sur, debido a que su padre Nam Jong-seok, el presidente de la Asociación Coreana de Polonia, siempre le inculcó la importancia de las raíces y la identidad. Por eso, a pesar de que creció en un país completamente diferente, continuó estudiando el idioma y la historia de Corea del Sur.
Siendo una coreana de segunda generación, Nam fue seleccionada como becaria de la Fundación de coreanos en el extranjero (Overseas Koreans Foundation), obteniendo así su título como psicóloga por la Universidad Nacional de Seúl (SNU, según sus siglas en inglés) y posteriormente realizó una maestría en cooperación internacional en la escuela de posgrado de la Universidad de Yonsei.
Desde 2020 trabaja como investigadora en la Fundación para la Restauración del Patrimonio Cultural en Seúl, a la que pertenece su padre, y ha participado en la repatriación de bienes culturales coreanos ubicados en el extranjero, como el álbum de caligrafía de Uam Song Siyeol e Hakjongyo y la lápida sepulcral de Munsin Gyeonghwi.
El año pasado, Nam publicó en inglés un libro electrónico titulado "Diplomacia simbólica para el retorno de bienes culturales", que contiene la idea de olvidar el pasado doloroso y construir una relación futura equitativa los países que sustrajeron bienes culturales y los países de donde eran originalmente tales bienes.
Además, en mayo decidió participar en la investigación sobre el estudio del patrimonio cultural coreano en tres países de Europa del Este: Polonia, Hungría y la República Checa".
A continuación se presentan algunos de los acápites de la entrevista.
El 10 de mayo, la investigadora Jina Nam (segunda desde la izquierda) revisa el patrimonio cultural coreano con otros funcionarios en el Museo Nacional de Cracovia, en Polonia. | Jina Nam
- ¿Cuál es el secreto para no haber perdido su identidad coreana mientras vivía en el extranjero?
Desde muy joven, mis padres siempre enfatizaron que "incluso si vives en el extranjero, debes tener una identidad como coreana". Me enseñaron a usar los palillos y me hicieron comer kimchi. Recuerdo que en la escuela internacional local había un evento llamado el "Día de las Naciones Unidas", donde teníamos que presentar a los demás estudiantes el país de origen de cada uno, así que, naturalmente comencé a estudiar coreano mientras me preparaba para la presentación. También aprendí mucho sobre Corea del Sur a través de los dramas históricos, como "Emperor of the Sea" y "Dae Jo-yeong". Esto fue lo que despertó mi interés por la historia coreana.
- ¿Cuál es la impresión que tienen los polacos sobre Corea del Sur?
En los años 90, cuando yo crecía en Polonia, ya tenían una buena imagen de Corea del Sur. Era económicamente difícil porque Polonia acababa de independizarse de la antigua Unión Soviética, pero la inversión activa de las empresas coreanas nos dio un respiro. Además, la Copa Mundial de Fútbol de 2002 y el auge del K-pop también contribuyeron a la formación de una imagen positiva de Corea del Sur. Sobre todo, muchos ciudadanos polacos se sorprendieron por la respuesta ejemplar y las restricciones de cuarentena que se impusieron durante el brote del COVID-19, elevando aún más el estatus de los coreanos.
- ¿Cuáles son las diferencias en cómo los coreanos y los polacos perciben el patrimonio cultural?
En Corea del Sur todavía existe una fuerte tendencia a considerar la preservación y el desarrollo de los bienes culturales únicamente como un campo de la industria. A diferencia de ello, Polonia acepta los bienes culturales como patrimonio valioso y se esfuerza por preservarlos. Considero que Corea del Sur está más centrada en utilizar dichos bienes como parte del turismo o de los negocios.
Sin embargo, a medida que el país se ha convertido en una nación culturalmente poderosa, recientemente ha comenzado a valorar la influencia de los bienes culturales en sí. Por ejemplo, se están realizando mayores esfuerzos para restaurar y preservar los bienes culturales, como la restauración de los woldae colocados frente a la puerta Gwanghwamun, la entrada principal del palacio Gyeongbokgung, que se habían perdido durante el período colonial japonés.
La foto muestra el grabado en madera 'Songja daejeon' de Uam Song Siyeol de la dinastía Joseon, que fue devuelto a Corea del Sur en septiembre del año pasado por Estados Unidos, gracias a los esfuerzos de la Fundación para la Restauración del Patrimonio Cultural en Seúl. | Jina Nam
- ¿Cuál es la importancia de la devolución de los bienes culturales saqueados desde el extranjero?
El 5 de septiembre, la investigadora Jina Nam (centro) evalúa los bienes culturales coreanos en una exposición de patrimonio cultural recuperado en la Galería Leesu, ubicada en el Koreatown, en Los Ángeles, EE. UU. | Jina Nam